La ciudad de Puerto Montt se enfrenta a un reto urbano que parece no tener fin: la construcción de la torre más alta del sur de Chile, parte de la ampliación del Mall Paseo Costanera, que lleva 6 años sin avances. Esta obra, calificada por las autoridades y representantes gremiales como un «elefante blanco» y un «lunar negro que afea la ciudad», se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para la comunidad.
Desde 2023, se han informado sobre negociaciones para instalar un hotel en esta imponente estructura, pero 10 meses después, no se sabe nada de los avances. El alcalde Rodrigo Wainraihgt no duda en afirmar que esta obra se ha transformado «en un lunar negro para la ciudad», mientras que el presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos «Reloncaví», Raúl Aburto, critica la falta de información y la mala imagen que genera la estructura sin terminar.
Un Emblema Inconcluso
La preocupación en la capital regional es evidente, ya que se esperaba que la puesta en marcha de este proyecto ayudara a impulsar la economía local. El alcalde Wainraihgt señala que, si los trabajos comienzan, se generarán más puestos de empleo para la comunidad y la obra se convertirá en un emblema para Puerto Montt.
Desde los gremios, el presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Puerto Montt, Patricio Ampuero, sostiene que Pasmar, los dueños del edificio, deben informar si hay frutos respecto de las negociaciones que habían anunciado. En la misma línea, el presidente de Agatur, Heinz Kusch, afirma que es relevante que los privados como Pasmar colaboren en el hermoseamiento de la ciudad.
Un Futuro Incierto
Mientras tanto, la directora regional de Sernatur, Claudia Renedo, afirma que este es un tema que debe ser resuelto en la capital regional. Los dueños de este edificio, Pasmar, han declinado referirse a las negociaciones, pero según fuentes de Radio Bío Bío, las conversaciones sí estarían avanzadas.
Lo cierto es que, si bien el edificio cuenta con sus permisos de construcción, la normativa sostiene que, en caso de más de tres años de paralización de obras, estos quedarían sin efecto. De momento, se desconoce qué pasará con esta torre inconclusa, que se ha convertido en un eterno dilema para Puerto Montt.
