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lunes, octubre 13, 2025

Cirugía Estética Express: Los Peligros de Ahorrar en Procedimientos Faciales

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Leigh Cobb, una mujer británica, compartió su terrible historia con las cirugías estéticas, sirviendo como un testimonio contundente sobre los peligros de las operaciones faciales exprés. En 2015, Leigh vio una clínica polaca que ofrecía intervenciones estéticas faciales sumamente rápidas, prometiendo rejuvenecer el rostro en apenas 30 minutos y a un costo de solo 1.200 libras (aproximadamente 1.529.859 pesos chilenos), una fracción del precio que se paga en el Reino Unido por un lifting facial.

Sin embargo, el resultado de esta cirugía de bajo costo fue desastroso. Leigh quedó con varios agujeros en sus mejillas y cachetes, y le dijeron que estos se repararían rápidamente cuando los hilos se aflojaran, pero esto nunca ocurrió. Tuvo que someterse a 4 operaciones adicionales para intentar reparar los daños, además de seguir tratamientos con cremas especiales, lo que terminó costándole 10 veces más que el monto inicial.

Aprendiendo de la Experiencia

Tras esta «horrible experiencia», Leigh juró no volver a hacerse más procedimientos estéticos por impulso. Ahora, siempre investiga exhaustivamente antes de decidir someterse a cualquier intervención. «Aprendí a no confiar en amateurs. No hay nada de malo en cuidar la apariencia, pero hay que hacerlo con seguridad y sin apuro», afirmó Leigh.

Leigh prefiere una cirugía que dure 10 años antes que tener que inyectarse «algo extraño» cada pocos meses. Además, quiere poder gesticular y no verse «falsa». En sus propias palabras: «No hay que dejarse llevar por la moda ni por la rapidez. La seguridad y la investigación previa son fundamentales para evitar terminar con secuelas graves

Cirugías Posteriores y Resultados Satisfactorios

A pesar de la mala experiencia inicial, Leigh Cobb confesó que se ha sometido a hasta 8 cirugías en un lapso de 10 años, todas ellas realizadas en el Reino Unido. Entre estos procedimientos se encuentran liposucción, blefaroplastia, láser Fraxel y lifting de senos. Tras estas intervenciones, Leigh asegura sentirse más segura y confiada con su apariencia: «Me dicen que parezco de 30 y me encanta la reacción de la gente cuando les digo que tengo 53».

El caso de Leigh Cobb sirve como una advertencia clara sobre los riesgos de elegir cirugías estéticas baratas y rápidas, y resalta la importancia de la investigación exhaustiva, la seguridad y la paciencia a la hora de cuidar la apariencia. Su historia es un recordatorio de que, cuando se trata de procedimientos médicos, el ahorro a corto plazo puede tener consecuencias devastadoras a largo plazo.

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