En una decisión histórica, el Congreso de Perú aprobó por unanimidad la destitución de la presidenta Dina Boluarte, citando su «incapacidad moral permanente» para hacer frente a la crisis de inseguridad que azota al país.
La votación, que contó con el respaldo de 124 legisladores, puso fin a un mandato que se inició apenas el 7 de diciembre de 2022. Las mociones de destitución presentadas por diversas bancadas legislativas argumentaban que desde que Boluarte asumió la presidencia, «la situación de extorsión, sicariato y criminalidad en el país ha alcanzado niveles alarmantes, generando un clima de inseguridad generalizada que vulnera los derechos fundamentales de los ciudadanos».
La mandataria, quien no acudió a la sesión parlamentaria para ejercer su derecho a la defensa, fue acusada de no haber tomado «decisiones claras, objetivas ni haber gestionado políticas públicas eficaces» para enfrentar esta crisis de seguridad. Una amplia coalición de partidos, que anteriormente la habían respaldado, votó a favor de su destitución.
Con la vacancia presidencial aprobada, se activa el proceso de sucesión constitucional, y José Jerí, como siguiente en la línea de sucesión, asumirá la Presidencia de la República en medio de una compleja crisis nacional.