En medio de un debate político acalorado, la candidata presidencial Jeannette Jara ha salido al paso para abordar el tema de la seguridad pública desde una perspectiva pragmática y alejada de las etiquetas ideológicas.
Respondiendo a los recientes comentarios de la ex ministra del Interior, Carolina Tohá, sobre la «alergia de la izquierda a la policía y al orden público», Jara ha dejado claro que la seguridad ciudadana no debe ser un asunto de izquierda o derecha. Para ella, lo que importa es que la gente se sienta segura en su propio país.
Seguridad, una Prioridad Transversal
Jara reconoce que durante el actual gobierno, la seguridad pública no ha sido una prioridad, a pesar de los esfuerzos de Tohá cuando ocupó el Ministerio del Interior. Sin embargo, Jara se compromete a darle un nuevo impulso a este desafío, fortaleciendo la dotación de la PDI y Carabineros, y entregando más herramientas tecnológicas para combatir el crimen organizado.
Además, la candidata ha puesto sobre la mesa la necesidad de analizar el fenómeno de las mafias internacionales y elevar el costo de sus actividades en el país, con el fin de desincentivar su presencia.
Seguridad para los Más Vulnerables
Jara ha sido enfática en señalar que la seguridad pública no le es indiferente, especialmente en las comunidades más vulnerables. «A mí no me da lo mismo lo que pasa en las poblaciones. No me da lo mismo lo que pasa con los jóvenes que caen en la droga y después no tienen cómo salir», ha expresado.
Esta preocupación por los sectores más desfavorecidos refleja un enfoque integral que busca abordar las raíces del problema, más allá de las respuestas puramente represivas.
Seguridad, una Responsabilidad Compartida
Jara ha dejado claro que la seguridad pública no es un asunto de izquierda o derecha, sino una responsabilidad compartida por todos los que aspiran a servir al país. «Quienes quieren servir al país tienen que tener algo claro: la gente en nuestro país tiene problemas de inseguridad, se siente insegura y nadie quiere vivir así», ha afirmado.
Esta postura integradora y alejada de las divisiones partidistas puede ser clave para abordar un desafío tan complejo como la seguridad ciudadana, buscando soluciones que beneficien a todos los chilenos, independientemente de sus preferencias políticas.