Vicky Lissidini, la recordada participante del reality show «La Granja» de Canal 13, se encuentra atravesando un complejo momento de salud que ha generado gran preocupación entre sus seguidores. Tras la dolorosa pérdida de su bebé el año pasado, Lissidini ha luchado contra la depresión y ahora enfrenta una crisis que la llevó a ser hospitalizada.
Hace unos días, Lissidini compartió un video en Instagram donde se la veía visiblemente desorientada, lo que encendió las alarmas entre sus fans. Posteriormente, la uruguaya reveló en sus historias que había sufrido una «crisis en el hospital» después de que le retiraran abruptamente los antidepresivos que le habían recetado tras perder a su bebé.
La Dolorosa Pérdida de su Embarazo
Meses atrás, Lissidini había relatado públicamente la traumática experiencia de perder a su bebé cuando tenía casi 3 meses de embarazo a los 39 años. En sus propias palabras, «desperté en la madrugada porque sentí algo húmedo entre mis piernas. Mis manos estaban cubiertas de sangre». Devastada, tuvo que ser intervenida quirúrgicamente bajo anestesia general.
La Falta de Empatía y el Retiro Abrupto de los Antidepresivos
Según Lissidini, tras la pérdida de su bebé, le recetaron antidepresivos para ayudarla a sobrellevar el duelo. Sin embargo, de un día para otro, le retiraron la medicación, lo que desencadenó una grave crisis de salud mental que la llevó al hospital. «Siempre soñé con ser mamá y, sin los antidepresivos más mi periodo, tuve una crisis. Qué falta de empatía y de amor de pocos», expresó la ex chica reality en un nuevo registro en redes sociales.
Agradecida por el Apoyo de sus Seguidores
A pesar de este difícil momento, Lissidini se ha mostrado agradecida por los miles de mensajes de apoyo que ha recibido de sus seguidores. «Gracias eternas a los miles de mensajes que me llegaron. Los amo», escribió en su publicación más reciente.
La historia de Vicky Lissidini es un recordatorio de la importancia de brindar empatía y acompañamiento a quienes atraviesan duelos y crisis de salud mental. Su valentía al compartir su experiencia puede inspirar a otros a buscar ayuda y a exigir un sistema de salud más sensible a las necesidades emocionales de los pacientes.