Después de una suspensión temporal, el presentador de Jimmy Kimmel Live! regresó a la televisión estadounidense con un emotivo monólogo que cautivó a la audiencia. Entre lágrimas y bromas, Jimmy Kimmel agradeció el apoyo de quienes se manifestaron a su favor y defendió con firmeza el derecho a la libertad de expresión.
En un discurso de apertura de 30 minutos, Kimmel reconoció que sus comentarios sobre el fallecido activista conservador Charlie Kirk habían sido malinterpretados. «Nunca fue mi intención burlarme del asesinato de un joven», aseguró, intentando contener la emoción. «Intentaba justamente lo contrario».
El comediante también se disculpó con aquellos que se sintieron ofendidos por sus palabras. «Entiendo vuestro enfado. Si la cosa hubiera sido al revés, me hubiera pasado lo mismo», expresó. Sin embargo, Kimmel dejó claro que «nuestro Gobierno no debe poder controlar lo que decimos o no en televisión».
En un gesto sorprendente, Kimmel agradeció a figuras conservadoras como Ben Shapiro, Clay Travis, Mitch McConnell, Rand Paul y Ted Cruz por defender su derecho a expresar sus creencias. «Se necesita valentía para alzar la voz contra esta Administración», reconoció.
Un Mensaje al Presidente Trump
En uno de los momentos más contundentes de su discurso, Kimmel lamentó que el presidente Donald Trump deseara la cancelación de su programa. «Nuestro líder celebra que los estadounidenses pierdan sus medios de vida porque no aguanta las bromas», comentó.
La intervención de Kimmel fue recibida con largos vítores y aplausos, demostrando que, a pesar de la polémica, el público valora la defensa de la libertad de expresión. ¿Aprenderá la administración a tolerar las críticas de los cómicos?
