La madrugada de este miércoles, la ciudad de Santiago se vio sacudida por un nuevo y devastador caso de femicidio. Antonia Carrasco, una joven de 21 años, fue asesinada por su expareja, Pablo Zúñiga, de 23 años, en un ataque que tuvo lugar en el departamento donde ella vivía con su hijo de 1 año.
Según los reportes, Zúñiga llegó al edificio ubicado en Portugal con Porvenir y se inició una discusión con Antonia que terminó con él apuñalándola brutalmente. El padre de la víctima, que acudió al lugar, resultó herido en un ojo al enfrentarse al agresor.
Cuando la policía llegó al edificio, Zúñiga intentó escapar por los balcones, bajando de piso en piso hasta que, finalmente, cayó desde el piso 10 y murió en el lugar. Lamentablemente, los esfuerzos por salvar a Antonia fueron en vano.
Un historial de violencia
Según los vecinos, esta no era la primera vez que Antonia y Zúñiga protagonizaban episodios de violencia. De hecho, el agresor tenía una orden de alejamiento en contra de la joven, la cual, en este caso, no se estaba cumpliendo.
«Yo hablé con la niña, porque ellos tuvieron un altercado anteriormente», relató uno de los residentes del edificio, evidenciando que esta tragedia era el resultado de una larga historia de abuso y violencia de género.
El impacto en la comunidad
Este nuevo caso de femicidio ha conmocionado a la comunidad de Santiago Centro, que se enfrenta a la dolorosa realidad de la violencia contra las mujeres. Lamentablemente, Antonia se convierte en una más de las víctimas de este flagelo que sigue cobrando vidas en nuestro país.
Ante este escenario, es imperativo que las autoridades y la sociedad en su conjunto redoblen esfuerzos para prevenir y erradicar la violencia de género. Sólo así podremos honrar la memoria de Antonia y de todas las mujeres que han perdido la vida a manos de sus parejas o exparejas.