En un trágico suceso que ha sacudido a México, una joven de 14 años llamada Paloma Nicole Arellano falleció durante una cirugía de implantes de busto en una clínica de la ciudad de Durango. Según los reportes, la adolescente no contaba con la autorización de su padre, Carlos Arellano, para someterse a dicho procedimiento.
De acuerdo a la denuncia presentada por el padre, su hija sufrió «varios inconvenientes médicos» antes de fallecer el pasado 20 de septiembre. Arellano sostiene que la madre de Paloma Nicole habría actuado con «complicidad» para que la menor se realizara la cirugía sin su consentimiento.
Encubrimiento y exigencia de justicia
En una declaración desgarradora, el padre de la víctima afirmó que en el certificado de defunción se asentó «enfermedad» como causa de muerte, en un aparente intento de encubrir la verdad. «Exijo que se investigue a todos los responsables: el doctor, la madre, el hospital, sus administrativos y quienes participaron en este encubrimiento», demandó Arellano.
Según el documento oficial, la joven Paloma Nicole falleció a causa de «edema cerebral y encefalopatía hipóxica». Las autoridades han anunciado la realización de nuevos estudios al cuerpo para esclarecer las circunstancias de esta trágica muerte.
Negligencia y falta de consentimiento
Este caso pone de manifiesto la importancia del consentimiento informado y la supervisión médica adecuada, especialmente cuando se trata de procedimientos estéticos en menores de edad. La falta de autorización paterna y la presunta complicidad de la madre plantean serias preguntas sobre la responsabilidad de los profesionales de la salud involucrados.
Expertos en bioética y derecho médico subrayan que la realización de cirugías estéticas en adolescentes sin el debido consentimiento de los padres o tutores legales constituye una grave violación a los derechos del paciente y puede acarrear consecuencias legales para los médicos y centros de salud responsables.
Este trágico suceso exige una investigación exhaustiva y la rendición de cuentas de todos los implicados, con el fin de evitar que se repitan casos similares y garantizar la protección de los menores de edad en el ámbito de la salud.
