El partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Sudamericana entre Fluminense y Lanús se vio interrumpido por graves incidentes entre la policía brasileña y los hinchas argentinos en el estadio Maracaná.
De acuerdo a las imágenes transmitidas por ESPN, en el momento de la postergación del segundo tiempo, el encuentro estaba 1-0 a favor del ‘Flu’ e igualado 1-1 en el marcador global. Sin embargo, la reanudación del juego se vio retrasada por los violentos enfrentamientos que tuvieron lugar en el sector visitante del emblemático estadio de Río de Janeiro.
Caos en las gradas del Maracaná
Según testigos presenciales, la policía brasileña y los hinchas argentinos del Lanús se enfrascaron en una pelea que obligó a detener temporalmente el partido. Los disturbios parecen haber sido provocados por un grupo de seguidores visitantes, quienes protagonizaron incidentes en las gradas del Maracaná.
Antecedentes de violencia en el fútbol sudamericano
Lamentablemente, este tipo de episodios de violencia entre barras bravas y fuerzas de seguridad no son ajenos al fútbol sudamericano. En los últimos años, se han registrado múltiples incidentes similares en diversos estadios de la región, lo que ha llevado a las autoridades a reforzar los protocolos de seguridad en los partidos internacionales.
Impacto en el desarrollo del partido
Tras la interrupción, el árbitro decidió postergar el reinicio del segundo tiempo para permitir que se restableciera el orden en las gradas. Esto generó una gran incertidumbre entre los jugadores y los aficionados presentes en el Maracaná, quienes esperaban poder disfrutar del emocionante duelo entre Fluminense y Lanús.
La reanudación del partido se produjo una vez que la policía logró controlar la situación y garantizar la seguridad de todos los asistentes. Sin embargo, el incidente dejó una mancha en la imagen del fútbol sudamericano y puso de relieve la necesidad de trabajar aún más en la prevención y el control de la violencia en los estadios.