Un alarmante informe de la Fundación Cielos de Chile ha revelado que 118 proyectos industriales planean instalarse en comunas del norte del país que están declaradas como áreas protegidas para la actividad astronómica. Lo más preocupante: ninguno de estos proyectos ha ingresado una Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) por su dimensión lumínica, a pesar de que la normativa vigente lo exige.
Desde octubre de 2023, los nuevos proyectos industriales que se ubiquen en las comunas declaradas «áreas de interés para la investigación astronómica» deben demostrar su susceptibilidad de afectar lumínicamente estas zonas. De ser así, deben ingresar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) a través de un EIA que evalúe el impacto lumínico. Sin embargo, el informe concluye que esta norma «no está protegiendo la calidad del brillo del cielo nocturno en estas áreas».
Los mejores observatorios del mundo en peligro
Los 118 proyectos analizados abarcan 29 comunas de las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo, consideradas Áreas de Valor Científico de Investigación para la Observación Astronómica por el Ministerio de Ciencia. El 68% de estos proyectos se emplaza o emplazará en una comuna «cercana», es decir, a menos de 100 km de un sitio astronómico.
Según Daniela González, directora ejecutiva de la Fundación Cielos de Chile, «la norma lumínica establece que los proyectos en áreas de valor astronómico deben reemplazar sus luminarias antes de octubre de 2029 si se ubican en comunas cercanas. Pese a ello, ninguno de los proyectos emplazados en alguna de estas comunas menciona su plan de recambio, argumentando en muchos casos que no sumarán nuevas luminarias».
Vacíos de información y falta de cumplimiento
El informe también revela que el 81% de los proyectos revisados incluyen el componente de luminosidad dentro de sus antecedentes, pero el 67% no define correctamente su área de influencia. Esto significa que la mayoría de los proyectos aprobados (22% del total) tienen luz verde para construirse y operar, sin conocer cabalmente cuál será su impacto en términos lumínicos.
Otro hallazgo preocupante es que muchos proyectos afirman que no generarán contaminación lumínica porque no tendrán faenas nocturnas, pero no especifican en qué casos utilizarán las luminarias, por cuánto tiempo, en qué sectores, ni qué tipo de focos usarán.
Urgente proteger los cielos del norte de Chile
Según Daniela González, «se espera que al 2030 Chile concentre el 60% de la capacidad mundial de observación astronómica. Los principales centros de investigación a nivel global han hecho importantes inversiones en el norte de Chile. Es imprescindible proteger los cielos oscuros de esta zona para cuidar esta actividad que contribuye a la formación de capital humano avanzado en el país y desde donde se generan investigaciones que benefician a toda la humanidad.»
El informe sugiere medidas para mejorar los mecanismos de evaluación del impacto lumínico, como generar documentos a través del SEA que permitan unificar criterios y metodologías específicas. Una de las propuestas es avanzar hacia la definición de una norma secundaria de calidad de los cielos oscuros.
El futuro de la astronomía mundial depende de la acción urgente para frenar esta amenaza a los cielos del norte de Chile. Es momento de priorizar la protección de este patrimonio científico global.