Aunque la Tierra tiene una luna familiar, nuestro planeta no transita solo por el cosmos. De vez en cuando, pequeños asteroides quedan «atrapados» en una resonancia orbital con la Tierra, creando la ilusión de acompañarnos en nuestra travesía alrededor del Sol. A estos objetos se les conoce como cuasilunas o cuasisatélites.
Ahora, la Tierra acaba de ganar un nuevo acompañante celestial: 2025 PN7, un pequeño asteroide que ha estado siguiendo discretamente a nuestro planeta durante décadas sin que nadie se percatara de su presencia. Su descubrimiento lo convierte en la octava cuasiluna confirmada, sumándose a este exclusivo grupo de acompañantes orbitales.
Un juego de manos gravitacional
A diferencia de nuestra Luna, que orbita alrededor de la Tierra, estos objetos no están gravitacionalmente ligados a nuestro planeta. Según explica la Sociedad Planetaria, las cuasilunas son «un juego de manos gravitacional» que nos engañan: dan la impresión de orbitar la Tierra, cuando en realidad siguen su propia órbita alrededor del Sol y solo se sincronizan con nuestro planeta durante un tiempo.
El 2025 PN7 pertenece a un grupo de asteroides conocidos como «Arjunas», que constituyen una especie de cinturón secundario de asteroides que ocupa la región por donde el sistema Tierra-Luna orbita alrededor del Sol. Los investigadores Carlos y Raúl de la Fuente Marcos, de la Universidad Complutense de Madrid, explican que «los Arjunas con órbitas más similares a las de la Tierra pueden experimentar capturas temporales como minilunas de nuestro planeta».
60 años de discreción
Lo curioso de este nuevo hallazgo es que, según los cálculos, el 2025 PN7 podría llevar ya unos 60 años acompañando a la Tierra sin haber sido detectado hasta ahora. ¿La razón? Según explica Carlos de la Fuente Marcos, «es pequeño, tenue y sus ventanas de visibilidad desde la Tierra son bastante desfavorables, por lo que no es de extrañar que haya pasado desapercibido durante tanto tiempo».
En efecto, con solo 19 metros de ancho y una magnitud de brillo de 26, este objeto solo es visible con buenos telescopios. De hecho, según los investigadores, es «el cuasisatélite más pequeño y menos estable conocido de la Tierra«.
Los científicos estiman que el 2025 PN7 permanecerá en su cuasiórbita durante otros 60 años aproximadamente antes de alejarse, lo que supone un periodo relativamente corto en comparación con otras cuasilunas conocidas.
Una octava compañía celestial
Actualmente, se conocen otras siete cuasilunas además del 2025 PN7: 164207 Cardea (2004 GU9), 469219 Kamo»oalewa (2016 HO3), 277810 (2006 FV35), 2013 LX28, 2014 OL339, 2022 YG y 2023 FW13. La adición de este nuevo objeto a la lista convierte a la Tierra en un planeta con ocho cuasilunas confirmadas, una compañía celestial que ha pasado desapercibida durante décadas.