En un país fragmentado y desorientado tras la Primera Guerra Mundial, un hombre ambicioso y carismático emergió para aprovechar el caos y la incertidumbre de la época: Benito Mussolini. La nueva serie «Mussolini. Hijo del Siglo», basada en la aclamada novela de Antonio Scurati, nos sumerge en la psique de este líder populista cuyo objetivo era el poder absoluto, sin importar los medios.
Mussolini, interpretado magistralmente por Luca Marinelli, se presenta como un personaje inasible e impredecible, que constantemente pone en duda si está diciendo la verdad o simplemente actuando. Es un «animal político» que no duda en manipular a sus seguidores, muchos de ellos personas frustradas y traumadas por la guerra, para lograr sus ambiciosos fines.
La serie combina hábilmente imágenes de época con una música contemporánea, creando una sensación de realismo y fantasía a la vez. Uno de los elementos más cautivadores es cuando Mussolini se dirige directamente a la cámara, rompiendo la cuarta pared, para confiar al espectador sus estrategias y pensamientos más íntimos. Sin embargo, incluso en estos momentos, no se sabe si está diciendo la verdad o simplemente manipulando al público, tal como hace con sus seguidores.
El Populismo como Arma de Poder
Scurati describe a Mussolini como «el arquetipo de los líderes populistas del siglo XX y del XXI». La serie muestra cómo este líder carismático supo aprovechar el miedo, el caos y las frustraciones de la posguerra para construir un discurso que lo presentaba como el único capaz de brindar seguridad y certezas a sus seguidores.
Mussolini no tiene reparos en cambiar sus posturas y estrategias, sabiendo encantar a las masas con sus discursos histriónicos y frases aparentemente incontestables. Su objetivo es el poder absoluto, sin importar si debe manipular, abusar o incluso recurrir a la violencia para lograrlo.
Una Advertencia sobre los Peligros del Populismo
La serie «Mussolini. Hijo del Siglo» es una inquietante y perturbadora señal de alarma sobre los peligros del populismo. Al ver los paralelismos entre el ascenso de Mussolini y los líderes populistas actuales, el espectador no puede evitar preguntarse si los fantasmas del pasado acechan de nuevo. Para algunos, esta serie puede resultar alentadora; para la gran mayoría, esperemos, será una pesadilla que nos recuerde la importancia de la democracia, la tolerancia y la verdad.
