En un acto de violencia extrema, un interno del Penal Bío Bío en Chile decapitó a su compañero de celda a finales del año pasado. El Ministerio Público ha decidido formalizar al agresor, Diego Valdés San Martín, por el delito de homicidio calificado, descartando la posibilidad de enajenación mental.
La macabra escena fue descubierta el 9 de diciembre de 2024 por un gendarme a cargo del desencierro en el módulo 42 de la cárcel. Allí se encontró el cuerpo sin vida de Vincent González Aguirre y a un lado, la cabeza decapitada. Según la investigación, Valdés San Martín habría asfixiado primero a su compañero con una cuerda y luego le habría cortado la cabeza con una lata.
¿Ritual Satánico o Premeditación?
La Defensoría Penal había planteado inicialmente la tesis de la enfermedad mental del imputado, pero el fiscal Paolo Muñoz ha decidido descartar esta posibilidad. «No está loco, tenía todo planeado», declaró la madre de la víctima.
Según el abogado Andrés Durán, quien representa a la madre de González Aguirre, el crimen podría estar relacionado con un «ritual satánico» que habría llevado a cabo Valdés San Martín. Sin embargo, el fiscal Muñoz considera que el acto fue premeditado y no producto de una enajenación mental.
Negligencia del Estado
Más allá de la responsabilidad penal del imputado, el abogado Durán también señala la negligencia de Gendarmería en este caso. «Se acredita además la responsabilidad del Estado por la negligencia de Gendarmería», afirmó.
La audiencia de formalización de Valdés San Martín por homicidio calificado ya fue fijada para el próximo 13 de noviembre en el Juzgado de Garantía de Concepción.