En un giro inesperado, la funcionaria del Poder Judicial, Marcela Arévalo Vidal, ha negado rotundamente las acusaciones que le han valido una suspensión de 4 meses de sus funciones. Arévalo, quien se desempeña como oficial tercero titular del Juzgado de Letras de Loncoche, afirma que se ha manchado deliberadamente su honra y que apelará la sanción impuesta por la Corte de Apelaciones de Temuco.
La polémica se desató luego de que Arévalo fuera acusada de tomar fotografías en las dependencias del tribunal donde trabaja y de compartir material erótico-sexual en redes sociales. Sin embargo, la funcionaria se defiende enérgicamente, asegurando que «jamás se ha prostituido, ni con adultos y menos con menores de edad».
Omisión de Pruebas y Denuncias Pendientes
Según Arévalo, en la investigación se omitieron varias pruebas que podrían demostrar su inocencia. Además, afirma que hay otras aristas penales que no han sido tomadas en cuenta, como «relaciones secretas, brujerías y abortos», de los cuales asegura haber presentado las denuncias correspondientes.
Confianza en la Justicia
A pesar de las acusaciones en su contra, Arévalo se muestra confiada en que podrá demostrar su inocencia en la justicia. «Yo amo mi trabajo. Jamás me he prostituido, ni con adultos y menos con menores de edad. No hay causas penales en contra mía por esos ilícitos tan terribles», declara la funcionaria.
Apelación y Búsqueda de la Verdad
Ante la sanción impuesta, Arévalo ha anunciado que apelará ante la Corte Suprema, convencida de que la verdad saldrá a la luz. «Me quieren silenciar, pero haré todo lo posible por que se conozca la verdad», afirma la funcionaria.
Este caso ha generado gran controversia y pone en evidencia la necesidad de una investigación exhaustiva y justa, que permita esclarecer los hechos y garantizar la integridad del sistema judicial.
