En una conmovedora publicación en sus redes sociales, la exchica Mekano Ariela Medeiros reaparece tras ser víctima de una brutal golpiza perpetrada por su pareja, Antonio Lennon, quien ahora se encuentra prófugo de la justicia.
En un mensaje lleno de resiliencia, Ariela expresa su agradecimiento por estar viva y por el apoyo que ha recibido de sus seguidores durante estos momentos difíciles. «Hoy celebro el milagro de estar viva. He pasado por momentos duros y, aun así, sigo aquí. Agradezco cada respiro, cada avance y cada abrazo que me sostiene», escribió la modelo en su cuenta de Instagram, junto a una foto en la que aparece abrazada a su hijo.
Una noche de violencia doméstica
Según la información recabada, el incidente ocurrió después de que Ariela despertara a su pareja, Antonio Lennon, luego de una noche de fiesta. «Es mi pareja. De verdad de la nada pasó esta situación, yo estaba durmiendo sola en una pieza, él había carreteado, y hasta ahí nada extraño. Durante la mañana yo saqué a la perrita que tenemos, hice las cosas normal, hasta que cerca de las 12 lo fui a despertar», relató la modelo a La Hora.
Fue entonces cuando la violencia estalló. «Él estaba acostado con un gorro naranjo puesto y bien tapado, en eso yo como jugando, le saqué el gorro, salí corriendo para que se levantara y después de eso no vi nada. Fueron solo golpes, creí que me iba a matar, eran golpes uno tras otro. Por suerte logré arrancar y llamamos a la policía», detalló Ariela.
Buscando justicia y sanación
Según las autoridades, la denuncia se encuentra en manos de la fiscalía para su investigación y la captura del agresor, Antonio Lennon, quien se dio a la fuga tras el ataque.
En su mensaje, Ariela agradece el apoyo recibido de sus seguidores, quienes le han brindado «fuerza y ánimo» para seguir adelante. «Gracias por estar hoy aquí, por acompañar mi historia y por permitirme hablar de la vida», expresó la modelo.
Este caso pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar la violencia doméstica y brindar apoyo a las víctimas. Ariela Medeiros, con su valentía al compartir su experiencia, se convierte en un símbolo de resiliencia y un llamado a la acción para erradicar este flagelo social.
