Un tenso momento se vivió durante el último debate presidencial, cuando el candidato Franco Parisi acusó a su rival Evelyn Matthei de «traidora» por supuestamente haber apoyado al dictador Augusto Pinochet y luego traicionado al expresidente Sebastián Piñera.
Sin embargo, Matthei respondió de manera contundente a estas fuertes acusaciones, señalando que «ese es el estilo de Parisi, sobre todo contra las mujeres». La candidata explicó que su relación con Piñera se había «recompuesto totalmente» y que incluso la había nombrado ministra, y que la familia del expresidente la acompaña hoy en su campaña.
La situación debió ser frenada por una de las moderadoras, Macarena Pizarro, quien recordó a Parisi que sus equipos habían acordado utilizar sus apuntes personales durante el debate. «Su equipo participó de esa reunión, y esa norma es para todos, sólo me gustaría recordárselo», expuso Pizarro.
Previamente, Parisi había sostenido que Matthei «traicionó» a Piñera e incluso «apoyó a Pinochet». Sin embargo, la candidata rechazó estas acusaciones, calificándolas de «ataques» y destacando que la familia del expresidente la respalda en su campaña.
Este tenso intercambio entre los dos candidatos pone de manifiesto las fuertes diferencias y el tono agresivo que ha caracterizado gran parte de la campaña presidencial chilena. Mientras Parisi insiste en atacar a Matthei, ella se defiende señalando que su rival «suele actuar así, sobre todo contra las mujeres».
A medida que se acercan las elecciones, es crucial que los candidatos logren mantener un debate respetuoso y centrado en las propuestas, dejando atrás los ataques personales y las acusaciones sin fundamento. Los votantes merecen una campaña que les permita tomar una decisión informada y en base a los méritos de cada propuesta.