En un giro histórico, la Democracia Cristiana (DC) ha decidido otorgar libertad de conciencia a sus parlamentarios en el debate sobre la Ley de Eutanasia que avanza en el Congreso. Tradicionalmente ligado a posturas conservadoras en temas valóricos, el partido ha optado por no imponer una postura única, permitiendo que cada legislador vote según su criterio personal.
El presidente de la DC, el senador Francisco Huenchumilla, ha dejado claro que no se darán «órdenes de partido» en este asunto, reconociendo la complejidad y sensibilidad del tema. Por su parte, el diputado Eric Aedo ha manifestado que aún está reflexionando sobre su voto, sin cerrarse a respaldar la iniciativa.
Un Debate Crucial sobre Derechos de Pacientes Terminales
El proyecto de ley, que fue aprobado en general por la Comisión de Salud del Senado, establece que podrán solicitar la eutanasia quienes padezcan una enfermedad terminal, diagnosticada por dos médicos especialistas, y que estén conscientes al momento de solicitarla o cuenten con una voluntad anticipada firmada.
Para el senador Iván Flores, quien preside la Comisión de Salud, este avance del proyecto es valorado, y asegura que se escuchará a todas las partes si el texto vuelve a la comisión para su discusión en particular.
Implicaciones más Amplias
Este giro de la Democracia Cristiana en un tema tan sensible como la eutanasia tiene implicaciones más allá del debate legislativo. Refleja una evolución en las posturas valóricas del partido, tradicionalmente asociado a visiones más conservadoras. Ahora, al dar libertad de voto a sus parlamentarios, la DC abre la puerta a un debate más amplio y pluralista sobre los derechos de los pacientes terminales y la autonomía de las personas al final de la vida.
El desenlace de este proceso legislativo será sin duda trascendental, no solo para quienes enfrentan enfermedades terminales, sino también para la redefinición del rol de la Democracia Cristiana en el espectro político y valórico del país.