En un nuevo episodio de la prolongada ofensiva israelí en la Franja de Gaza, el Ejército de Israel ha confirmado el bombardeo de otro edificio de gran altura en la capital gazatí. Según las autoridades israelíes, este inmueble era «usado por Hamás» para instalar equipos de inteligencia y puestos de observación, con el objetivo de monitorear la ubicación de las tropas israelíes en la zona.
En un comunicado, el ejército asegura que el grupo palestino también había «establecido infraestructura subterránea junto al edificio». Sin embargo, una vez más, no se han presentado pruebas concretas que respalden estas afirmaciones, lo cual ha sido una constante a lo largo de la ofensiva israelí en Gaza.
Un Patrón Recurrente de Ataques a Infraestructura Civil
Este bombardeo se produce apenas 24 horas después de que Israel atacara otro edificio de gran altura en Ciudad de Gaza. A lo largo de estos casi dos años de ofensiva, el gobierno israelí ha utilizado el mismo argumento de la «presencia de infraestructura terrorista de Hamás» para justificar el bombardeo de escuelas, refugios, tiendas de campaña, clínicas, hospitales y puntos de distribución de alimentos en la Franja.
Cabe destacar que desde octubre de 2023, el gobierno de Benjamin Netanyahu ha vetado la entrada de prensa extranjera a Gaza, además de haber asesinado a cientos de periodistas gazatíes, lo que ha dificultado la verificación independiente de los hechos.
Un Saldo Devastador de Dos Años de Ofensiva
Desde el inicio de la ofensiva israelí, que el próximo octubre cumplirá dos años, el número total de muertos palestinos asciende a 64.368, con 162.367 heridos, la mayoría con amputaciones y lesiones de por vida. Estas cifras revelan la enorme devastación que ha sufrido la población civil de Gaza a manos del ejército israelí.
Conclusión: La Necesidad de Transparencia y Rendición de Cuentas
Mientras Israel continúa justificando sus ataques a la infraestructura civil de Gaza bajo el argumento de la presencia de «infraestructura terrorista», la falta de pruebas concretas y la restricción del acceso de la prensa a la zona han generado serias dudas sobre la legitimidad de estos bombardeos. Es fundamental que se exija transparencia y rendición de cuentas por parte de las autoridades israelíes para evitar que la población civil siga pagando un precio tan alto por este conflicto.
