La Asociación de Clínicas de Chile, que representa a las principales instituciones de salud privada del país, ha emitido una alerta por el preocupante aumento de la deuda que el Estado mantiene con el sector privado por la atención de pacientes de Fonasa. Según datos del gremio, en solo dos meses, la deuda pública con las clínicas se disparó en un 26,2%, pasando de $288.000 millones en mayo a $364.000 millones en julio, un incremento de más de $75.000 millones.
Javier Fuenzalida, presidente de Clínicas de Chile, explica que esta situación compromete seriamente los recursos necesarios para la operación de los establecimientos privados, especialmente los más pequeños en regiones. Las clínicas deben seguir cubriendo gastos como sueldos, insumos y servicios básicos, sin recibir el financiamiento correspondiente de Fonasa por las prestaciones realizadas.
Según el exministro de Salud Jaime Mañalich, este problema se repite año tras año, evidenciando que, a pesar de los aumentos presupuestarios, el financiamiento del sistema de salud sigue siendo insuficiente. Por su parte, el exministro Osvaldo Artaza advierte que esta deuda acumulada pone en riesgo la sostenibilidad del sector privado de salud.
Causas del Aumento de la Deuda
Los representantes del sector privado explican que el aumento de la deuda pública está principalmente concentrado en dos áreas: la Ley de Urgencia y los rebases de Fonasa. Esto significa que el Estado no está cubriendo oportunamente los costos de atención de pacientes de urgencia ni los excesos de cobertura que superan los límites establecidos por Fonasa.
Impacto en la Atención de Pacientes
Esta crisis financiera pone en riesgo la capacidad de las clínicas para mantener sus operaciones, lo que podría derivar en una disminución de la oferta de servicios de salud privada y un mayor impacto en los pacientes. Los establecimientos más pequeños, especialmente en regiones, son los más vulnerables ante esta situación.
Llamado a una Solución Urgente
Ante este panorama, las clínicas hacen un llamado al Gobierno a encontrar una solución urgente que permita saldar la deuda acumulada y garantizar un flujo de financiamiento oportuno y adecuado. De lo contrario, advierten que la sostenibilidad del sector privado de salud podría verse seriamente comprometida.