La electromovilidad ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad cotidiana en Chile. Según un estudio realizado por Volvo Cars Chile y Cadem, el 96% de los usuarios de vehículos eléctricos en el país se muestra satisfecho con su experiencia, valorando especialmente el ahorro en costos operativos, el cuidado del medio ambiente y la experiencia de conducción.
De hecho, el 70% de los encuestados asegura que su próximo auto también será 100% eléctrico, lo que evidencia una adopción cada vez más sólida de esta tecnología. Los chilenos le han perdido el miedo al auto eléctrico y lo han integrado a su rutina diaria, utilizándolo principalmente para trayectos entre el hogar y el trabajo.
Carga Domiciliaria, Eje Central de la Experiencia Eléctrica
Uno de los hallazgos más relevantes del estudio es la consolidación de la carga domiciliaria como pilar fundamental de la electromovilidad. El 73% de los usuarios carga su vehículo en el hogar, principalmente durante la noche, lo que les brinda seguridad, previsibilidad y control.
Sin embargo, el acceso a puntos de carga no es universal. Solo la mitad de los encuestados cuenta con un cargador dedicado en su domicilio, y quienes viven en edificios o condominios enfrentan mayores dificultades para instalar soluciones de recarga.
Infraestructura Pública, Aún Pendiente
Cuando los usuarios deben recurrir a la red pública de cargadores, surgen algunas preocupaciones. Uno de cada tres declara haber tenido dificultades al buscar puntos de carga fuera de casa o durante viajes largos, y el 85% considera que aún hay pocos puntos de carga en el país, especialmente en rutas interurbanas y fuera de la Región Metropolitana.
Estos hallazgos coinciden con estudios anteriores que advierten sobre la concentración de la infraestructura de carga en la capital, dejando grandes tramos del norte y sur del país sin cobertura adecuada.
Usuarios Satisfechos, pero Falta un Ecosistema Completo
Si bien la experiencia de los usuarios actuales es positiva y la satisfacción es alta, queda claro que para que la electromovilidad avance con mayor fuerza, se necesita un ecosistema completo que facilite la decisión de adoptar esta tecnología.
Entre las medidas más valoradas se destacan la expansión de la red pública de carga rápida, la exención del permiso de circulación, los beneficios para renovar autos a combustión y la facilidad para instalar cargadores en edificios o espacios compartidos. Más que una lista de deseos, estas propuestas reflejan la voz de una comunidad que ya dio el paso y que ahora espera condiciones claras, estables y equitativas para que más personas puedan elegir.
La tendencia de crecimiento en la adopción de vehículos eléctricos en Chile es evidente, pero para consolidarse, necesita un entorno a la altura de la experiencia que los usuarios ya están viviendo.