En los espesos bosques de lenga del valle de Ascencio, en Torres del Paine, vive Aukin, un huemul solitario y sigiloso que rehúye el contacto humano. Este robusto ciervo de cornamenta bifurcada es el símbolo de la conservación en Chile, pero su población se encuentra en serio peligro.
La fragmentación del hábitat, causada por el urbanismo, la ganadería, la agricultura y la introducción de especies exóticas, ha obligado a los huemules a retirarse a áreas cada vez más aisladas. Ahora, el remanente más al norte se encuentra en la «Reserva Nacional Ñuble», donde vive una docena de individuos.
Refugios para Guardaparques, Protección para los Huemules
Para asegurar la supervivencia a largo plazo de esta especie emblemática, Conaf ha inaugurado cuatro nuevos refugios para guardaparques en Torres del Paine, financiados por el Gobierno Regional. Desde el nuevo y más espacioso campamento «Las Torres», los guardaparques pueden pasar el invierno y monitorear de cerca a los cuatro huemules que habitan el valle de Ascencio.
Según los expertos, hay alrededor de 20 huemules en Torres del Paine, aunque la población real podría ser incluso mayor. «Lo que pasa es que los huemules se han desplazado a los bosques periglaciales y en muchos casos han salido del parque», explica el guardaparque jubilado Carlos Barría. «Esto se debe a la ocupación del hábitat por los animales baguales y al aumento de su población, así como al ingreso de ganado vacuno de los vecinos al parque».
Conservación Integral: Monitoreo, Salud y Reubicación
Para mantener un seguimiento exhaustivo de la población, Conaf realiza prospecciones semestrales, monitoreo con cámaras trampa y captura de ejemplares para identificar enfermedades como la triquinosis, que pueden transmitirse desde el ganado. Además, están trabajando con universidades y fundaciones para localizar y proteger a los huemules en los lugares más remotos de la Patagonia.
La clave para asegurar la supervivencia a largo plazo de esta especie es evitar el aislamiento y la consanguinidad de los grupos dispersos. Para ello, se necesita la introducción de nuevos individuos y la creación de corredores ecológicos que permitan el flujo genético entre las diferentes poblaciones.
Gracias al compromiso de los guardaparques y los esfuerzos de conservación, el emblemático huemul, símbolo de Chile, tiene esperanza de prosperar en uno de los lugares más hermosos y remotos del mundo: Torres del Paine.