En una contundente declaración, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha acusado a Venezuela de estar llenando su país de narcotraficantes, afirmando incluso que el gobierno venezolano ha «vaciado sus cárceles» para enviar criminales a territorio estadounidense.
«No vamos a tolerarlo más», advirtió Trump, refiriéndose al ataque reciente contra una embarcación que, según Washington, transportaba «enormes cantidades de drogas» destinadas a EEUU. «Cuando vean ese video, van a decir: ‘Mejor no hagamos esto'», agregó, dejando claro que su administración no dudará en tomar medidas drásticas para frenar este problema.
Tren de Aragua y Pandillas Violentas
El mandatario estadounidense fue aún más lejos en sus acusaciones, señalando que Venezuela ha estado «enviando a millones de personas a nuestro país, muchas de ellas pertenecientes al Tren de Aragua», una de las organizaciones criminales más peligrosas de Latinoamérica. «Algunas de las peores personas del mundo con respecto a las pandillas», enfatizó Trump.
Política de «Fronteras Abiertas» de Biden
Aprovechando la oportunidad, el presidente republicano criticó duramente la política de «fronteras abiertas» promovida por la administración del expresidente Joe Biden, acusándolo de ser el responsable de que EEUU esté «pagando un alto precio» por esta «incompetencia».
Respuesta de Maduro
Por su parte, el líder del régimen chavista, Nicolás Maduro, acusó a EEUU de querer invadir Venezuela para obtener su petróleo, afirmando que Trump ha desplegado «ocho barcos de guerra» y 1.200 misiles cerca de las costas del país, todo ello basado en «un relato, un cuento que nadie les cree».
Sin embargo, Maduro no se ha referido directamente al ataque contra la embarcación venezolana, limitándose a negar las acusaciones de Washington sobre el tráfico de drogas que, según Trump, «contaminan» las calles estadounidenses.
La tensión entre EEUU y Venezuela parece lejos de resolverse, con ambos líderes enfrascados en un tenso intercambio de acusaciones y amenazas que ponen en evidencia la profunda crisis que atraviesa la relación bilateral.