Elisa Loncon, la candidata a senadora por la región de La Araucanía, ha cuestionado el enfoque con el que se aborda la violencia en la zona, argumentando que no se trata de «terrorismo» sino de «crimen organizado». En su campaña, la expresidenta de la Convención Constitucional ha sido clara al señalar que no niega la existencia de violencia en la región, pero considera que es un error englobar todos los hechos bajo la etiqueta de «terrorismo».
«Yo no estoy negando en ningún caso la violencia. Existe violencia y crimen organizado, con lo que yo no estoy de acuerdo es por qué a todos los hechos -de crimen organizado- se le cubre con el manto del terrorismo. ¿Cuál es la razón?», planteó Loncon.
Buscando una Mirada Más Precisa
Loncon argumenta que es necesario diferenciar con claridad entre el crimen organizado y el terrorismo, ya que son fenómenos distintos que requieren enfoques diferentes. Desde su perspectiva, la violencia en La Araucanía responde más a dinámicas de delincuencia organizada que a actos terroristas propiamente tales.
La candidata independiente también se ha referido a su postulación al Senado, negando que esto sea una contradicción con su anterior rol como presidenta de la Convención Constitucional, que propuso eliminar esta cámara. Loncon explica que su crítica se enfoca en la composición histórica del Senado, dominada por la elite, y que por eso considera necesario que «otras personas, con la mirada de los pueblos, podamos tomar las decisiones».
Cuestionamientos a la Consulta Indígena
Otro tema abordado por Loncon es la consulta indígena sobre un nuevo sistema de tierras. Al respecto, la candidata señaló que no está de acuerdo con el proceso actual, ya que las comunidades han planteado problemas tanto de contenido como de metodología. Por ello, Loncon ha llamado al gobierno a suspender la consulta para solucionar estas situaciones.
En resumen, la propuesta de Loncon apunta a una mirada más matizada y precisa sobre la violencia en La Araucanía, diferenciando el crimen organizado del terrorismo. Asimismo, busca llevar la voz de los pueblos indígenas al Senado, a pesar de sus críticas históricas a esta institución.