La tragedia que se vivió en el Superclásico entre Universidad de Chile y Colo Colo ha dejado una profunda huella en el mundo del fútbol chileno. Michael Clark, presidente de Azul Azul (concesionaria que controla a La U), no se guardó nada y arremetió contra la decisión de no suspender el partido pese a la muerte de un hincha en el estadio.
Durante el encuentro, un fanático albo cayó desde el techo del Estadio Monumental mientras intentaba pasar hacia otro sector por un lugar no habilitado. Lamentablemente, el hincha falleció a causa de las graves heridas. Sin embargo, las autoridades decidieron que el partido continuara su curso.
Una «deshumanización» inaceptable
En declaraciones a la prensa, Clark expresó su indignación: «Hoy lamentablemente tenemos un muerto en un estadio. Yo creo que el partido se debió haber suspendido. Aquí yo veo que hay una deshumanización de esta industria. No puede ser que haya un muerto y en el medio tiempo, siga el show como si no hubiera pasado nada«. El dirigente azul cuestionó duramente la falta de sensibilidad ante una tragedia de tal magnitud.
Además, Clark recalcó que esta no es la primera vez que ocurre una fatalidad en el recinto de Macul: «En este estadio se han muerto tres personas en seis meses y no pasa nada. La autoridad política yo creo que se equivocó, se lo dije. Tenía todas las facultades para suspender y no lo hizo«. Claramente, el presidente de Azul Azul considera inaceptable que se siga jugando después de una pérdida de vida.
Cuestionamientos al arbitraje
Por otra parte, Clark también criticó duramente la labor del árbitro Cristian Garay durante el partido. «Yo creo que hoy el resultado pasó por el arbitraje. El arbitraje fue muy malo, vi un árbitro con temor, con miedo, dirigiendo acá«, señaló.
Según el dirigente, jugadas clave como el codazo de Javier Correa a Zaldivia o la patada del arquero De Paul a Hormazábal no fueron sancionadas correctamente, lo que «condicionó el arbitraje».
En resumen, Michael Clark hizo un llamado a la reflexión sobre los valores que rigen el fútbol chileno. La prioridad debería ser la seguridad y el respeto a la vida, por encima de cualquier resultado deportivo. ¿Acaso el «show» debe continuar sin importar las consecuencias trágicas?