El miércoles 6 de enero del 2021, cerca de 800 efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) de diversas regiones del país se trasladaron hasta Angol, en la región de La Araucanía, para realizar un masivo allanamiento a la comunidad de Temucuicui en Ercilla. Lo que debía ser una operación de rutina se transformó rápidamente en una pesadilla que marcaría para siempre la vida de estos jóvenes policías.
Uno de los testimonios más reveladores sobre lo ocurrido ese día es el de un inspector de la PDI de 31 años, que llegó desde La Pintana a La Araucanía. En su declaración ante el fiscal Carlos Bustos, este valiente policía relató cómo su equipo se vio atrapado en un feroz tiroteo, enfrentándose a un poder de fuego abrumador proveniente de todas direcciones.
Emboscada Mortal en Ercilla
Según el testimonio, el inspector y su equipo debían irrumpir en la casa número 2 del sector rosado de Chacaico Alto. Sin embargo, al llegar al lugar, su vehículo Hyundai Tucson no pudo subir la pendiente, por lo que se ubicaron a un costado del camino de ripio para dejar pasar la interminable caravana de vehículos policiales.
Mientras esperaban, comenzaron a escuchar noticias preocupantes por la radio portátil de la Brigada Antinarcóticos y Crimen Organizado (Brianco): había policías heridos. Poco después, el inspector y sus colegas sufrieron el impacto de lo que parecía ser un disparo de escopeta, que les golpeó por el flanco izquierdo del vehículo.
«Luego siguió avanzando la caravana, momento en el cual sentimos el impacto, aparentemente de una escopeta, que nos pegó por el flanco izquierdo del vehículo, sin embargo seguimos avanzando y luego de eso nuevamente se detuvo la caravana y se comenzaron a escuchar disparos que venían de diferentes direcciones».
Atrapados en medio de un intenso tiroteo, el inspector relató cómo él y sus compañeros se vieron rodeados por sujetos que disparaban desde la espesa vegetación, sin poder ver con claridad a sus atacantes. Estuvieron encajonados durante más de 30 minutos, bajo un constante fuego enemigo.
La Lucha por Salvar a los Heridos
Cuando finalmente lograron avanzar, el inspector se subió a una camioneta Nissan NP-300 que iba al final de la caravana, con la intención de brindar apoyo a sus colegas. Allí, junto a otros efectivos, se enfrentaron a una nueva lluvia de disparos mientras intentaban llegar a un lugar seguro.
«Así avanzamos unos 30 metros y apareció la detective BARRERA, quien tomó el puesto de copiloto, preocupándose de cubrir el flanco derecho del vehículo. Todo esto, bajo un constante fuego enemigo».
Finalmente, lograron llegar a un centro de salud en Ercilla, pero la situación se complicó aún más. Una turba de unas 40 personas comenzó a arrojar piedras y objetos contundentes contra los policías, impidiendo que los heridos recibieran atención médica de inmediato.
«Ante esta situación, con el señor RIQUELME intentamos contener a las personas que nos estaban agrediendo de manera no violenta, por cuanto no contábamos con el personal ni los elementos disuasivos necesarios para controlar dicha multitud, comenzando a recibir cada vez más agresiones de parte de la gente, los cuales comenzaron a acercarse al colega fallecido, por lo cual tomé la determinación de salir del lugar, a fin de que no nos quitaran el cuerpo del colega».
Desesperado por salvar a sus compañeros, el inspector se abrió paso entre la turba, rompiendo el parabrisas del vehículo con una escopeta para poder huir del lugar y llegar al centro de salud. Allí, lograron trasladar al inspector Luis Morales Balcázar, quien lamentablemente había fallecido.
Justicia y Nuevas Estrategias de Investigación
El crimen del inspector Morales Balcázar ha llevado a la Fiscalía a implementar estrategias innovadoras en la investigación, como la interceptación de frecuencias radiales y la simulación de allanamientos para desentrañar la organización y comunicación del grupo armado responsable.
El fiscal Carlos Bustos, quien lleva el caso, asegura que se presentarán diversas pruebas, incluyendo testimonios clave que revelarán los detalles de lo ocurrido aquel fatídico día en Ercilla. La lucha por hacer justicia por la muerte del inspector Morales Balcázar continúa, con la esperanza de que su sacrificio no sea en vano.
