En un movimiento que amenaza con agitar aún más las aguas del conflicto palestino-israelí, el Gobierno de Estados Unidos ha anunciado que negará y revocará los visados de diplomáticos palestinos que tenían previsto participar en la próxima Asamblea General de la ONU a finales de septiembre.
Según el secretario de Estado, Marco Rubio, esta decisión se toma «de acuerdo con la ley estadounidense» y tiene como objetivo «pedir cuentas a la Organización de Liberación de Palestina (OLP) y a la Autoridad Palestina (AP) por no cumplir con sus compromisos y socavar los esfuerzos de paz».
Un Golpe a la Representación Palestina en la ONU
La medida afectará a todos los miembros de la misión diplomática palestina, lo que significa que el propio presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, tendrá dificultades para asistir y tomar la palabra en nombre de su país, según confirmó el embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour.
Esta decisión llega en un momento en que la Asamblea General de la ONU se perfilaba como un foro clave para el conflicto palestino-israelí. Países como Francia, Reino Unido, Australia y Canadá se mostraban dispuestos a aprovechar la ocasión para reconocer formalmente el Estado palestino.
Implicaciones y Reacciones Internacionales
Según el embajador Mansour, una decena de estados podrían dar ese paso de reconocimiento durante la Asamblea, lo que elevaría a 160 el número de países que reconocen el Estado palestino (de los 193 miembros de Naciones Unidas).
La decisión de Estados Unidos, sin embargo, amenaza con socavar estos esfuerzos y marginar aún más a la Autoridad Palestina, cuyo apoyo internacional era clave para hacerse cargo de la Franja de Gaza una vez finalizada la guerra con Israel.
Ante esta situación, el embajador Mansour afirmó que analizarán «exactamente lo que eso significa y cómo se aplica a nuestra delegación», dejando entrever que la Autoridad Palestina buscará formas de sortear este obstáculo y hacer oír su voz en la Asamblea General.
Un Nuevo Capítulo en la Tensión Palestino-Israelí
Esta medida de Estados Unidos se produce en un momento de gran tensión en el conflicto, con la Autoridad Palestina y la comunidad internacional buscando formas de avanzar hacia una solución, mientras la administración Trump ha marginado a la AP sin dejar claro cuál es su alternativa.
Sin duda, la negativa de visados a los diplomáticos palestinos será vista como un nuevo golpe a las aspiraciones palestinas y un intento de silenciar su voz en el foro diplomático más importante del mundo. La comunidad internacional observará con atención cómo se desarrolla este nuevo capítulo en la larga y compleja historia del conflicto palestino-israelí.
