Cuando la Corte de Apelaciones sobreseyó definitivamente a Cristián Campos de los cargos de supuesto abuso sexual, el actor creyó que podría cerrar ese doloroso capítulo. Sin embargo, la secuela más devastadora fue el profundo distanciamiento que sufrió con sus hijos, Pedro y Antonio, fruto de una relación anterior.
En una entrevista desgarradora en el programa «Podemos Hablar», Campos reveló que su hermana Raffaella citó a los jóvenes a su casa para leerles una carta en la que lo acusaba directamente. Según el actor, ella incluso insinuó la posibilidad de atentar contra su propia vida. «Si tu hermana te dice una cosa así, ¿qué alternativa te queda? ¿Qué margen de maniobra tienes para creerle o no creerle, para reaccionar o no?», expresó Campos visiblemente afectado.
La Ruptura Familiar
Tras ese encuentro, Pedro y Antonio adhirieron a la versión de Raffaella y convocaron a Cristián a una reunión en casa del hijo mayor para pedirle explicaciones. «Nos juntamos, discutimos… A mí me da mucha bronca que no me llamen para preguntarme, sino que me llamen para cobrarme una falsa factura», comentó el actor.
Según Campos, esa conversación marcó el inicio del quiebre familiar. «Me ofendió profundamente y nos peleamos», reconoció. A partir de ese momento, la comunicación se cortó casi por completo. «Me dice que se va a bajar de la obra. Me había dirigido en un monólogo… después de eso, se corta todo tipo de relación. Solo una vez nos enviamos WhatsApp para que restablecieran el vínculo con mi hija, que no tenía nada que ver con esto», explicó.
El Impacto en la Familia Actual
Cristián también confesó que la situación afectó profundamente a su actual familia, en especial a su hija Julieta, de solo 15 años. «Imagínate lo difícil que debe ser bancarse esa situación… Sin embargo, se la ha bancado como una guerrera», destacó Campos.
A pesar del doloroso distanciamiento, el actor mantiene la esperanza de poder reconstruir los lazos con sus hijos en el futuro. «Solo una vez nos enviamos WhatsApp para que restablecieran el vínculo con mi hija, que no tenía nada que ver con esto», explicó.
La historia de Cristián Campos es un recordatorio de que las acusaciones falsas pueden tener consecuencias devastadoras, no solo para el acusado, sino también para toda la familia. Su valentía al compartir su experiencia puede inspirar a otros a enfrentar situaciones similares con fortaleza y resiliencia.
