Más de tres décadas después de que la Princesa Diana de Gales enterrara una cápsula del tiempo en el Hospital Great Ormond Street de Londres, el contenido de este tesoro oculto ha sido finalmente revelado. La apertura de esta caja de madera revestida de plomo, que se suponía que permanecería cerrada «durante cientos de años», ha despertado una ola de nostalgia y fascinación por la icónica figura de la Princesa.
En 1991, Diana, entonces presidenta honoraria del hospital, enterró la cápsula junto a dos niños ganadores de un concurso. Dentro de ella, se encontraron una colección de monedas británicas de la época, semillas de árboles en una botella, un holograma de un copo de nieve, una hoja de papel reciclado y una fotografía de la propia Princesa. Pero quizás los objetos más sorprendentes fueron un disco de Kylie Minogue, una televisión de bolsillo y una calculadora solar, todos ellos representativos de la década de los 90.
Recuerdos de una Década Icónica
Para Janet Holmes, una trabajadora del hospital que estuvo presente en la colocación de la primera piedra, el descubrimiento de la cápsula del tiempo trajo una oleada de recuerdos. «Me trajo muchísimos recuerdos ver el televisor de bolsillo que había allí. Le había comprado uno a mi marido en su día, para cuando se tomaba un descanso mientras conducía su autobús por el país. ¡Eran carísimos entonces!», recordó emocionada.
Estos objetos personales de la Princesa Diana nos brindan una ventana única a la década de los 90, una época de profundos cambios sociales y culturales. Desde la música pop de Kylie Minogue hasta la tecnología emergente de la época, la cápsula del tiempo nos sumerge en el mundo que rodeaba a la Princesa del Pueblo.
Más Allá de los Muros del Hospital
Pero la cápsula del tiempo de Diana no solo refleja su conexión con el Hospital Great Ormond Street, sino también su legado más amplio. La inclusión de una fotografía de la propia Princesa y la selección cuidadosa de los objetos sugieren que este proyecto tenía un significado personal para ella.
Más allá de su labor filantrópica, Diana era conocida por su empatía y su capacidad de conectar con la gente común. Al enterrar esta cápsula del tiempo, la Princesa dejaba un mensaje para el futuro, una forma de compartir sus experiencias y recuerdos con generaciones venideras.
Ahora, con la apertura anticipada de esta cápsula, tenemos la oportunidad de mirar hacia atrás y celebrar el legado de una mujer que marcó profundamente a su época. Los objetos personales de Diana nos recuerdan que, detrás de la figura pública, había una persona con sueños, intereses y una conexión genuina con el mundo que la rodeaba.
