En medio de las crecientes preocupaciones de la oposición sobre el manejo del presupuesto por parte del Frente Amplio, el ministro de Hacienda, Nicolás Grau, ha salido a defender la responsabilidad fiscal como un pilar fundamental para cumplir con los compromisos sociales del próximo gobierno.
Grau ha dejado claro que la austeridad «no es el enemigo» de las políticas sociales, sino más bien el camino para que estos programas puedan ser abordados de manera sostenible en el tiempo. Según el secretario de Estado, la discusión del Presupuesto 2026 se hará a través del diálogo y los acuerdos, buscando un equilibrio entre las necesidades de la ciudadanía y la prudencia fiscal.
Críticas de la Oposición
Las declaraciones de Grau surgen en respuesta a los cuestionamientos de la oposición, que ha expresado cierto «recelo» ante la idea de que el erario de un próximo gobierno esté en manos del Frente Amplio. Políticos como el senador UDI Juan Antonio Coloma han manifestado preocupación por la «falta de capacidades» del partido para manejar las finanzas públicas.
Por su parte, el líder del Partido Comunista, Lautaro Carmona, ha criticado la visión del anterior ministro de Hacienda, Mario Marcel, a quien acusó de haberse «hecho casi un dios del recurso por sobre la necesidad social». Carmona espera que con Grau no ocurra lo mismo.
Búsqueda de Equilibrio
Ante estas críticas, Grau ha buscado tranquilizar los ánimos, comprometiendo que el gobierno seguirá la línea del diálogo y los acuerdos, tal como ha ocurrido en otras discusiones presupuestarias. El ministro ha asegurado que se respetarán las cifras ya avanzadas, pero ha dejado claro que no hay espacio para gastar más.
Grau ha comprometido déficits fiscales cada vez más bajos, con el objetivo de que las urgencias sociales «puedan ser abordadas de manera sostenible en el tiempo». Sin embargo, la oposición advierte que esto implicará apretar el cinturón en partidas como Salud y Cultura, donde acusan un gasto «excesivo» y «amiguismo» respectivamente.
En resumen, el ministro de Hacienda busca convencer a la oposición de que la responsabilidad fiscal no es un obstáculo para cumplir con los compromisos sociales, sino más bien la vía para hacerlos viables a largo plazo, a través del diálogo y los acuerdos.