El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, ha ofrecido una perspectiva esclarecedora sobre el ataque armado ocurrido en Victoria, que dejó a un trabajador asesinado y a otro herido. Lejos de calificar el hecho como un acto terrorista, el Gobierno se ha querellado por asociación criminal con homicidio calificado, una estrategia legal que Cordero explica con precisión.
«Las querellas tienen un propósito de actuar como parte en una investigación penal que es privativa y exclusiva del Ministerio Público. El Gobierno se podrá querellar, pero a quien le corresponde la investigación y la calificación de los delitos, es al Ministerio Público», detalló Cordero en una entrevista con Tele13 Radio.
Crimen Organizado en La Araucanía
Según el ministro, este ataque no se trata de una reivindicación política, sino de una organización criminal que ha cometido «uno de los peores crímenes que se puede cometer». Cordero afirma que en La Araucanía, la violencia actual «forma parte, más bien, de organizaciones criminales» que se han dedicado a «lucrar con la comisión de crímenes».
Si bien el Gobierno no ha descartado la aplicación de la Ley Antiterrorista, Cordero explica que la querella por asociación criminal con homicidio calificado tiene una «penalidad alta» y refleja claramente la gravedad del asunto. Además, señala que en casos anteriores de incendios con reivindicaciones explícitas, sí se ha aplicado dicha ley.
Investigación Exhaustiva y Resultados
El ministro de Seguridad enfatiza que lo más importante es que este crimen «alevoso» sea investigado «con oportunidad, con intensidad y que tiene que tener resultados». Cordero deja claro que, independientemente de la calificación legal, el Gobierno está abordando este violento incidente con la máxima seriedad y determinación.
La estrategia del Gobierno de enmarcar este ataque en la asociación criminal, en lugar de la Ley Antiterrorista, refleja un enfoque pragmático y orientado a los hechos. Esto sugiere que las autoridades están priorizando una investigación exhaustiva y la obtención de resultados concretos, más allá de declaraciones políticas o de prensa.
