Un sicario venezolano, Olfran Domingo Rivas Ramos, ha sido formalizado en el 9° Juzgado de Garantía de Santiago, Chile, por los delitos de tráfico de drogas, uso malicioso de instrumentos públicos y cohecho. Su captura se produjo el 18 de agosto cuando, en un increíble acto de torpeza, se confundió de vehículo e intentó entregar 200 gramos de ketamina a funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI).
Según el fiscal adjunto José Solís, de la Fiscalía Regional Occidente, el imputado mantenía una orden de detención en Perú por el asesinato de un periodista, crimen relacionado con la organización criminal transnacional «Los Piratas» del Tren de Aragua. Además, también contaba con una orden de detención en Venezuela por homicidio.
El intento de soborno del sicario venezolano a la PDI
Al ser detenido por la policía civil, el imputado intentó quedar en libertad ofreciendo dinero y drogas a los efectivos de la PDI. «Lo que pasa es que este señor, al momento de ser detenido, le ofrece a la policía que lo liberen y que él entrega voluntariamente la droga que tenía. Una vez que lo suben al carro policial, les refiere que ellos pusieran el monto que necesitaran, él llamaba y les traía el dinero de inmediato», detalló el fiscal Solís.
Cabe señalar que este no fue el primer intento de soborno del imputado, ya que en una detención anterior por conducir sin licencia, también había ofrecido 1,5 millones de pesos chilenos a los policías para que no le cursaran la infracción.
Extradición a Perú por el asesinato de un periodista
Respecto a la situación internacional del imputado, el fiscal Solís explicó que la extradición a Perú debe tramitarse, es decir, que el país vecino solicite al Estado chileno la entrega del acusado. «Una vez que se resuelva aquello, tiene que cumplir la pena en Chile por el tráfico (de drogas) y los delitos cometidos. Luego es enviado a Perú para que se haga el juzgamiento por el sicariato de este periodista», aclaró.
Por los delitos cometidos en Chile, el imputado arriesga entre cinco años y un día hasta ocho años de privación de libertad antes de ser enviado a Perú, donde se emitió la orden de detención en mayo de este año, lo que habría motivado su huida.
La defensa del sicario venezolano
El defensor penal público, Roberto Pastén Saavedra, afirmó que el imputado desconoce las solicitudes de los otros países y «no reconoce participación esos hechos». Incluso, en la audiencia declaró «yo no maté a nadie», aunque la jueza del caso le pidió silencio.
Respecto a los 200 gramos de ketamina que portaba, el abogado indicó que era «bastante menor» y, por lo tanto, no se justificaría el delito de tráfico. Debido a ello y a que el imputado no cuenta con antecedentes penales en Chile, la defensa espera resultados favorables, aunque solicitaban arresto domiciliario total.
Este caso pone de manifiesto la peligrosidad de este sicario venezolano, buscado por crímenes graves en Perú y Venezuela, y su desesperada tentativa de sobornar a la policía chilena para evitar su extradición. La justicia deberá ahora determinar su responsabilidad y el camino a seguir para que rinda cuentas por sus actos.