Florida ha llevado a cabo su décima ejecución del año al aplicar la pena de muerte a Kayle Bates, un veterano de la Fuerza Aérea de 67 años, por el asesinato de Janet Renee White, una trabajadora de una oficina de seguros, en 1982.
Según los documentos judiciales, Bates secuestró a la víctima de su oficina, la llevó a un bosque cercano, intentó violarla, la apuñaló hasta la muerte y le robó un anillo de diamantes. A pesar de los crecientes cuestionamientos de organizaciones civiles y activistas, las autoridades penitenciarias de Florida aplicaron la inyección letal a Bates el martes a las 6:00 p.m. hora local.
Controversia en torno a la ejecución
La ejecución de Bates ha generado controversia, ya que una delegación de más de 130 veteranos de guerra solicitó al gobernador de Florida, Ron DeSantis, que detuviera la pena capital a exmilitares estadounidenses como Bates, argumentando que cerca de 30 de ellos permanecen en el corredor de la muerte.
Por su parte, la asociación de Floridanos por Alternativas a la Pena de Muerte (FADP) denunció que «el caso de Bates remarca los profundos errores en el sistema de la pena de muerte en Florida», citando problemas como la negativa de pruebas de ADN, asesoría legal ineficaz y la composición del jurado, que estaba formado únicamente por personas blancas.
Aumento de ejecuciones en Estados Unidos
Con la ejecución de Bates, suman 29 los criminales ejecutados en Estados Unidos en lo que va de 2025, superando los 26 de todo 2024 y convirtiéndose en la cifra más alta de los últimos cinco años, según el Death Penalty Information Center.
Este incremento se atribuye en particular a Florida, que concentra más de una de cada tres ejecuciones a nivel nacional, con un total de 10 este año, y planea concretar dos más en las próximas semanas.
Implicaciones y debate sobre la pena de muerte
La creciente tasa de ejecuciones en Florida y el país plantea importantes cuestiones sobre la eficacia y la justicia del sistema de pena de muerte. Mientras algunos defienden su aplicación como forma de justicia, otros cuestionan los sesgos y errores que pueden llevar a condenas injustas, especialmente en el caso de minorías y veteranos con problemas de salud mental.
Este caso de Kayle Bates y la controversia que lo rodea seguramente seguirá alimentando el debate sobre la pena capital en Estados Unidos.