En un acto de desafío a la autoridad fiscalizadora, el Servicio de Salud de O’Higgins llevó a cabo una celebración de $12 millones para conmemorar su 46° aniversario, a pesar de que la Contraloría Regional había ordenado la suspensión del evento.
Originalmente, el servicio había programado dos días de festividades, con un almuerzo, postres, buffet y actividades de camaradería para más de 300 funcionarios. Sin embargo, tras una fiscalización de la Contraloría, se determinó que el gasto no respetaba el instructivo de austeridad en el uso de recursos públicos, por lo que se ordenó la cancelación del evento.
Pero lejos de acatar la orden, los funcionarios del servicio decidieron realizar la celebración de todas formas, aunque en las propias dependencias y sin gastar la totalidad del presupuesto inicial. Incluso, se llevó a cabo una parodia de la Contralora Dorothy Pérez, en la que se aludía a supuestos lujos de la autoridad, como «vacaciones en el Caribe con licencias médicas».
Justificación de la Dirección
Consultado al respecto, el director del Servicio de Salud de O’Higgins, Jaime Gutiérrez, negó que el evento haya interrumpido la atención al público o generado un gasto de recursos públicos, por lo que «no se contravino el instructivo presidencial sobre austeridad».
Sin embargo, tanto las fuentes de La Radio como el propio mensaje enviado a los funcionarios, indican que fue la fiscalización de la Contraloría la que terminó por cancelar el millonario evento.
Cuestionamientos y Consecuencias
La polémica por el uso de recursos públicos para celebraciones vuelve a poner el foco en el cumplimiento de las normas de austeridad dentro del aparato estatal. Hasta el momento, no se ha informado de eventuales sumarios o sanciones al interior del Servicio de Salud de O’Higgins por la ejecución parcial del evento tras la orden de suspensión.
Desde la Contraloría tampoco se han pronunciado públicamente sobre este caso, dejando abierta la interrogante sobre las posibles acciones que tomarán frente a este desafío a su autoridad.
