En un movimiento que refleja la creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos, el gobierno del presidente Nicolás Maduro ha prohibido la compra, venta y uso de drones en todo el país por un período de 30 días, con posibilidad de prórroga.
Esta medida, anunciada a través de un comunicado del Ministerio de Transporte venezolano, se produce después de que Maduro denunciara el despliegue de buques destructores estadounidenses en aguas del Caribe cerca de Venezuela. Como respuesta, el líder del régimen venezolano ha ordenado el despliegue de 4,5 millones de miembros de la Milicia Nacional, el quinto componente de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
Prohibición de Drones: Una Estrategia de Seguridad Nacional
Según el comunicado oficial, la prohibición de drones se debe al «deber del Ejecutivo Nacional de regular y controlar la navegación en el espacio aéreo de aeronaves y objetos no tripulados». La medida exceptúa a los «organismos de seguridad ciudadana y de defensa de la nación», quienes quedarán exentos de la restricción.
El Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) será el encargado de hacer cumplir esta directriz, en coordinación con los órganos de seguridad y defensa del Estado venezolano.
Tensiones Crecientes entre Venezuela y Estados Unidos
Esta prohibición de drones se enmarca en un contexto de creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos. Maduro ha acusado al gobierno de Trump de movilizar fuerzas antinarcóticos en el Caribe y aumentar la recompensa por información que lleve a su captura, lo que ha llevado al líder venezolano a desplegar a la Milicia Nacional como medida de seguridad.
Por su parte, la Casa Blanca, a través de la portavoz Karoline Leavitt, ha asegurado que Estados Unidos está preparado para «usar todo su poder» para frenar el «flujo de drogas hacia su país», en referencia a las supuestas actividades del Cartel de los Soles, cuyo líder, según Trump, sería el propio Maduro.
Implicaciones y Preocupaciones
La prohibición de drones en Venezuela plantea preocupaciones sobre la libertad de movimiento y la vigilancia del espacio aéreo. Además, refleja la creciente tensión geopolítica entre el gobierno de Maduro y la administración Trump, lo que podría tener implicaciones más amplias para la estabilidad regional.
A medida que se desarrollen los acontecimientos, será crucial monitorear cómo esta prohibición se implementa y cómo afecta a la población y las actividades económicas en Venezuela.