El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos acaba de anunciar una nueva asociación con el estado de Nebraska para establecer una instalación de detención de inmigrantes que será conocida como la «Cárcel de la trilladora» (Cornhusker). Esta es la tercera alianza estatal de este tipo que logra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) después de las prisiones de «Alligator Alcatraz» en Miami y «Speedway Slammer» en Indiana.
La nueva instalación ofrecerá 280 camas adicionales para alojar a personas extranjeras detenidas, como parte del programa de ICE de implementar 800.000 camas en todo el país. Según las autoridades, este centro forma parte de los esfuerzos de la Administración Trump por acelerar la detención de migrantes, con 59.380 personas actualmente dentro de los centros de detención de ICE.
Expandiendo la red de detención de inmigrantes
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, agradeció al gobernador republicano de Nebraska, Jim Pillen, por poner a disposición el espacio para este nuevo centro carcelario, con el objetivo de «poder sacar lo peor de nuestro país». Además, el estado de Nebraska estaría dispuesto a firmar un acuerdo para que los patrulleros estatales se sumen a los agentes de ICE en operativos conjuntos de migración.
Esta nueva alianza se enmarca en la estrategia de la Administración Trump de ampliar significativamente la capacidad de detención de inmigrantes en todo el país. Desde una perspectiva económica, esto representa un lucrativo negocio para los estados que ofrecen sus instalaciones, al tiempo que genera preocupación entre los defensores de los derechos de los inmigrantes sobre las condiciones y el trato que reciben estas personas.
¿Qué significa esto para los inmigrantes?
Para los inmigrantes detenidos, la expansión de la red de centros de detención puede significar un mayor hacinamiento, condiciones precarias y un acceso limitado a servicios legales y de salud. Desde la perspectiva de los consumidores, esto podría implicar un mayor gasto público destinado a financiar estas instalaciones, en lugar de invertir en programas sociales y de integración.
En resumen, la «Cárcel de la trilladora» en Nebraska es la última pieza de la estrategia del Gobierno de EE. UU. para ampliar su capacidad de detención de inmigrantes. Si bien las autoridades lo presentan como una medida para «sacar lo peor de nuestro país», los defensores de los derechos de los inmigrantes advierten sobre las posibles consecuencias negativas para esta población vulnerable.
