Una nueva polémica sacude a Israel después de que se filtrara un audio del exjefe de Inteligencia Militar, Aharon Haliva, donde considera «necesarias» al menos 50.000 muertes en la Franja de Gaza. En las grabaciones, Haliva afirma: «Por todo lo ocurrido el 7 de octubre, por cada persona que murió el 7 de octubre, 50 palestinos deben morir. Ahora no importa si son niños. El hecho de que ya haya 50.000 muertos en Gaza es necesario y requerido para las generaciones futuras».
Estas declaraciones han generado una fuerte reacción internacional, con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) denunciando que la conducta de Israel y su creciente ofensiva en Gaza poseen «características de genocidio». Incluso dos ONG israelíes se han sumado por primera vez a estas acusaciones.
Contexto de las Declaraciones
Haliva se encontraba como jefe de la Inteligencia Militar israelí el 7 de octubre de 2023, fecha en la cual Hamás atacó el sur de Israel, saldándose con 1.200 muertos y alrededor de 250 personas secuestradas. Fue el primer alto mando del Ejército israelí en renunciar a su cargo por su «responsabilidad de liderazgo» en abril de 2024.
Según Haliva, estas grabaciones solo son «fragmentos de cosas parciales, que no pueden reflejar el panorama completo, especialmente cuando se trata de cuestiones complejas y detalladas, la mayoría de las cuales son altamente clasificadas». Sin embargo, para Hamás, los audios «confirman que los crímenes contra nuestro pueblo son decisiones de alto nivel y políticas oficiales del liderazgo político y de seguridad del enemigo».
Presión Internacional sobre Israel
Estas revelaciones se dan en un momento en que Israel enfrenta una presión creciente internacional por su ofensiva militar en Gaza. Incluso aliados como Reino Unido, Francia y Canadá han hecho un llamado para cesar los ataques en el asediado enclave palestino, donde además se registran muertes por desnutrición como consecuencia de la guerra y el bloqueo israelí a la ayuda humanitaria desde el 2 de marzo de este año.
Israel ha continuado negando los términos de «genocidio» como «totalmente infundados», señalando que actúa conforme al derecho internacional. Sin embargo, la filtración de estos audios ha puesto en tela de juicio la narrativa oficial del país y ha reavivado las acusaciones de crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos.