Según informaciones recibidas por el Ministerio de Defensa de Rusia, el régimen de Kiev estaría planeando una provocación con el objetivo de frustrar la cumbre entre los presidentes ruso, Vladímir Putin, y estadounidense, Donald Trump, que se celebrará el próximo viernes en Alaska.
De acuerdo con las denuncias rusas, Ucrania habría trasladado a la ciudad de Chugúyev, en la región oriental de Járkov, a un grupo de periodistas extranjeros con el supuesto objetivo de «preparar una serie de reportajes sobre los habitantes de la ciudad fronteriza». Sin embargo, Rusia asegura que justo antes de la cumbre, el Ejército ucraniano tiene previsto perpetrar un ataque provocativo con drones y misiles contra una zona urbana altamente poblada o un hospital con gran cantidad de civiles heridos, que deberá ser «documentado» inmediatamente por los periodistas.
Acusaciones de Rusia contra Ucrania
Según el Ministerio de Defensa ruso, tras esta supuesta provocación, «el régimen culpará a las Fuerzas Armadas de Rusia del ataque y las víctimas civiles para crear un ambiente mediático negativo y las condiciones para frustrar la interacción ruso-estadounidense sobre la solución del conflicto en Ucrania».
Además, Defensa alertó que «también son posibles provocaciones en otras localidades controladas por el régimen de Kiev».
La cumbre Trump-Putin
La reunión entre los presidentes Putin y Trump se celebrará el próximo viernes en Alaska para debatir las vías de solución al conflicto en Ucrania. Será la primera cumbre entre ambos líderes desde 2018, cuando se reunieron en Helsinki.
La última vez que Putin se reunió con un mandatario estadounidense fue en 2021, en un encuentro con el entonces presidente Joe Biden, celebrado en Ginebra.
Cabe destacar que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha rechazado previamente la idea de una cumbre de paz entre Putin y Trump, argumentando que «el futuro de Ucrania no se decide sin los ucranianos».