La industria de la televisión chilena se ha visto sacudida por una acalorada disputa entre las periodistas María Paz Arancibia y Daniela Aránguiz. En una reciente entrevista, Arancibia rompió el silencio sobre su breve paso por el programa ‘Sígueme’, donde fue panelista, denunciando un ambiente laboral hostil y acusando directamente a Aránguiz de malos tratos.
Según Arancibia, el maltrato que sufrió fue «transversal» y la «hostilidad de la conductora del programa (Vial) le parecía absurda». Además, afirmó que entendió que «se movían como un rebaño, todos hacia un lado u otro, pendientes del ánimo con el que podía llegar la señorita Daniela».
Estas declaraciones no tardaron en ser abordadas en el mismo programa ‘Sígueme’, donde Aránguiz no dudó en responder con dureza. «No tiene santos en la corte, no tiene peso en televisión. Es una periodista fracasada y triste… Porque a ella no le gusta hacer farándula», disparó Aránguiz, quien también cuestionó las decisiones profesionales de Arancibia.
La Defensa de Aránguiz
Aránguiz se desmarcó de las acusaciones de Arancibia, asegurando que su salida del programa no tuvo relación directa con ella. «Ella no se fue por mí. Todos en este canal saben que cuando llegó Catalina Pulido la tratamos muy bien, le dimos una bienvenida cariñosa. La conocíamos desde antes», explicó.
Además, Aránguiz se refirió a los supuestos temores de la madre de Arancibia sobre su relación con ella, calificándolos de exagerados. «Dijo que su mamá tenía miedo de que trabajara conmigo, como si yo fuera parte del cartel de Medellín o una sicaria. Pero, sinceramente, más miedo me daría que mi hija vendiera fotos a no sé qué tipo de personas para no sé qué fines. Eso sí da miedo», sentenció.
Conclusión: Una Disputa Encendida
Esta acalorada disputa entre Arancibia y Aránguiz ha puesto en evidencia las tensiones y conflictos que pueden surgir en el ambiente televisivo. Mientras Arancibia acusa a su excompañera de acoso laboral, Aránguiz se defiende y cuestiona la trayectoria profesional de la periodista. Sin duda, este enfrentamiento ha generado gran revuelo en la industria y deja entrever la complejidad de las relaciones interpersonales en el mundo de la televisión.