En un movimiento estratégico, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que Nvidia no podrá vender a China su chip de Inteligencia Artificial (IA) más avanzado, conocido como el Blackwell. Esta decisión llega después de que Nvidia obtuviera una licencia para exportar su chip H20 a China, a cambio de un porcentaje del 15% de las ventas para el gobierno federal.
Trump dejó entrever la posibilidad de una nueva reunión con el consejero delegado de Nvidia, Jensen Huang, para discutir el futuro del chip Blackwell. Incluso sugirió que el gobierno estadounidense podría quedarse con entre el 30 y el 50% de los ingresos por ventas de este chip, que Trump describió como «más avanzado que el H20».
Chips de IA: ¿Obsoletos o Amenaza Latente?
A pesar de que Nvidia obtuvo una nueva licencia para vender en China los chips de IA sujetos a controles de seguridad nacional, Trump restó importancia a este hecho. Según el presidente, esos procesadores están «obsoletos, aunque todavía tienen un mercado».
Trump afirmó que «China ya los tienen en otra forma, con otro nombre, o tienen una combinación de dos». Incluso mencionó que Huawei ya tiene una versión similar que «hace lo mismo».
El Chip Blackwell: La Joya de la Corona
En cuanto al chip Blackwell, Trump dejó claro que «no hizo un acuerdo» para su venta a China, aunque no descartó la posibilidad. Describió este chip como «que nadie tiene en el mundo» y que «no podrán imitar en cinco años».
El acuerdo alcanzado entre Trump y Nvidia establece que el gobierno federal recibirá el 15% de las ventas en China del chip H20. Esta asociación sin precedentes convierte al gobierno estadounidense en socio de estas empresas tecnológicas en sus operaciones en el gigante asiático.
Además, se informó que AMD también se ha sumado a este acuerdo, ampliando aún más el control del gobierno sobre los chips de IA destinados a China.
La decisión de Trump de bloquear la venta del chip Blackwell a China refleja la creciente preocupación de Estados Unidos por mantener su ventaja tecnológica en el campo de la Inteligencia Artificial. Este movimiento estratégico busca preservar la supremacía estadounidense en un área clave para el futuro de la innovación y la competitividad global.