Después de nueve días paralizados por la trágica muerte de seis trabajadores el pasado 31 de julio, la división El Teniente de Codelco ha retomado gradualmente sus operaciones, autorizadas por el Sernageomin y la Dirección del Trabajo (DT). Sin embargo, la calma no ha regresado a la mina.
Los sindicatos de Codelco y empresas contratistas llegaron al Palacio de La Moneda para exigir al presidente Gabriel Boric garantías mínimas de seguridad y la salida del presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco. Con el eslogan «Nuestra vida vale más que una libra de cobre», los trabajadores reclaman condiciones laborales dignas y justas, especialmente para los subcontratados.
Según la ministra de Minería, Aurora Williams, el retorno a las faenas se está realizando bajo un plan especial que contempla jornadas de reflexión al inicio de cada turno, donde se informa a los trabajadores sobre el plan de retorno, medidas de apoyo y protocolos de seguridad. Sin embargo, los trabajadores, en su mayoría subcontratados, aseguran no sentirse seguros.
Tensiones y desconfianza
Claudio Albornoz, representante de la federación de los sindicatos base de El Teniente, manifestó su inquietud respecto a tener todas las miradas sobre la mesa y recién ahí discutir si es viable retomar la faena o no. «Queremos garantías mínimas de seguridad antes de volver a trabajar», recalcó.
Por su parte, la senadora independiente Alejandra Sepúlveda pidió la salida del gerente general de El Teniente, Andrés Music, y del presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco. «Codelco ya ha fallado, ahora debe ser la DT y Sernageomin quienes den certeza a los trabajadores», afirmó.
Futuro incierto
El daño ocasionado por la tragedia dará paso a estudios técnicos y evaluaciones de seguridad que podrían extenderse por uno o dos años, o incluso más, afectando la continuidad operacional y la programación de futuros proyectos.
Mientras tanto, la DT dispuso de 10 fiscalizadores en la operación, lo que fue tildado como insuficiente por parlamentarios independientes. La confianza de los trabajadores en Codelco se ha visto seriamente erosionada, y la empresa deberá hacer un esfuerzo significativo para recuperarla.