En una muestra de determinación inquebrantable, el profesor del Internado Nacional Barros Arana (INBA) que fue rociado con combustible durante un incidente violento en el establecimiento, ha expresado su firme intención de seguir trabajando por recuperar el emblemático liceo.
Según confirmó la Municipalidad de Santiago, el docente, aunque quedó afectado emocionalmente por el ataque, solicitó expresamente evitar todo contacto con la prensa. Sin embargo, transmitió un mensaje claro a las autoridades de la comuna: no quiere dejar el colegio y quiere «seguir trabajando por recuperar el INBA».
Un Ataque Intencional en Medio de la Violencia
El incidente ocurrió en una nueva jornada de violencia en el emblemático liceo capitalino, donde encapuchados lanzaron objetos incendiarios. El teniente coronel Mauricio Meneses, de la 3ª Comisaría de Santiago, detalló que el hecho se registró alrededor de las 11:00 horas, cuando los agresores salieron del establecimiento para atacar a efectivos policiales.
Meneses precisó que el profesor era el encargado de seguridad del INBA y que los hechos no fueron accidentales. «Aquí hay una intencionalidad», dijo. Agregó que el docente escapó con ayuda de personal educativo y solicitó auxilio exterior. Tras ser evaluado sin lesiones, prestó declaración para esclarecer los hechos.
La Postura del Alcalde: «No Necesitamos Mártires»
En entrevista con Radio Bío Bío, el alcalde Mario Desbordes reveló que conversó con el profesor tras el ataque. «Le pedí que se tomara unos días. No quiere«, declaró el jefe comunal.
Desbordes describió al docente como «demasiado entero» pese al shock, y destacó su intención de volver a trabajar este martes. Según el alcalde, le dijo al profesor que «no necesitamos mártires. Yo no quiero un mártir. Quiero que estés en tu casa con tu familia«.
Una Situación «Dramática» en el INBA
El jefe comunal calificó la situación del INBA como «dramática», señalando que una «minoría chica» de jóvenes violentos mantiene «amedrentada» a la comunidad. Afirmó que estos grupos operan en «cinco o seis establecimientos» de Santiago con ideología «entre anarquista y revolucionaria», financiados por adultos. «Son delincuentes y tienen detrás a otros delincuentes», sentenció, descartando justificaciones sociales para su accionar.
Desbordes detalló que el liceo pasó de 2.000 a 200 estudiantes internos, atribuyendo la deserción a la violencia de «grupúsculos extremistas». A renglón seguido, rechazó un diálogo con dirigentes estudiantiles que validan agresiones y reveló que grabó reuniones ante tergiversaciones.
Una Determinación Inquebrantable
Pese a los riesgos y el trauma emocional, el profesor del INBA ha demostrado una determinación inquebrantable por continuar su labor y contribuir a la recuperación de este emblemático establecimiento. Su negativa a tomar un descanso y su firme voluntad de «seguir trabajando por recuperar el INBA» son una inspiración en medio de una situación tan compleja y desafiante.
A medida que las autoridades y la comunidad educativa buscan soluciones para abordar la violencia en el INBA, la actitud del docente afectado se erige como un ejemplo de compromiso y coraje, recordándonos que, incluso en los momentos más difíciles, hay quienes están dispuestos a luchar por reconstruir y sanar.