En un trágico suceso ocurrido en Chillán, región de Ñuble, una mujer perdió la vida después de ser víctima de un brutal femicidio. Catherine Rojas Sandoval fue rociada con un líquido acelerante y posteriormente prendida fuego por su pareja, Sergio Mundaca Solís, quien ahora enfrenta cargos por este crimen.
Según los detalles revelados por la fiscal Maritza Camus Vega, la tragedia se desencadenó cerca de las 22 horas del sábado 2 de agosto, cuando la pareja se encontraba en una ocupación ilegal en la población Nueva Río Viejo. Tras una discusión, el detenido le roció el líquido acelerante a la víctima, dejándola con su cuerpo completamente quemado.
La víctima identificó a su agresor antes de morir
A pesar de la gravedad de sus heridas, Catherine Rojas Sandoval logró señalar a su pareja como el responsable del ataque al personal de salud que la auxilió. Esta declaración de la propia víctima se vio corroborada por los informes de la Labocar y otras diligencias investigativas realizadas por Carabineros del OS9.
Con estos elementos, la Fiscalía solicitó la medida más grave en contra del imputado, Sergio Mundaca Solís, argumentando que su libertad representaba un peligro para la seguridad de la sociedad. El Juzgado de Garantía de Chillán acogió esta solicitud y fijó un plazo de tres meses para la investigación.
Un crimen que conmociona a la comunidad
Este brutal femicidio ha generado una profunda conmoción en la comunidad de Chillán, evidenciando una vez más la urgente necesidad de abordar la violencia de género y proteger a las víctimas. Expertos en el tema señalan que es crucial fortalecer los mecanismos de prevención, detección temprana y acompañamiento a mujeres en situación de riesgo.
Desde una perspectiva económica, este tipo de crímenes también tienen un impacto negativo en la sociedad, al generar costos asociados a la atención médica, los procesos judiciales y el apoyo a las familias afectadas. Para los consumidores, este caso representa una alarmante muestra de la violencia que aún persiste en nuestras comunidades.
La lucha contra el femicidio y la violencia de género debe ser una prioridad para las autoridades y la sociedad en su conjunto. Solo a través de un abordaje integral, que combine medidas legales, educativas y de apoyo a las víctimas, podremos avanzar hacia una sociedad más segura e igualitaria para todas las mujeres.