En un movimiento polémico, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la implementación de un nuevo censo «de alta precisión» que excluirá a las personas indocumentadas que residen en el país. A través de un mensaje en su red social Truth Social, Trump informó que este recuento se basará en «cifras actuales» y los resultados de las elecciones presidenciales de 2024.
La decisión de Trump llega en medio de una aguda controversia nacional por los intentos de los legisladores republicanos en Texas de redefinir los distritos electorales del estado. Esta propuesta, impulsada por el propio presidente, buscaría añadir cinco escaños para su partido en la Cámara de Representantes en las elecciones de medio término de 2026.
Exclusión de Indocumentados
En su publicación, Trump dejó claro que las personas que se encuentran en Estados Unidos de manera ilegal «no serán contabilizadas» en este nuevo censo. Esto representa un cambio drástico con respecto al censo tradicional, que cuenta a todas las personas que viven en el país, independientemente de su estatus migratorio.
Desde una perspectiva económica, esta medida podría tener un impacto significativo en la asignación de fondos federales y la representación en el Congreso, ya que los distritos con mayor población de indocumentados podrían verse subrepresentados.
Controversia y Críticas
El anuncio de Trump ha generado una ola de críticas, especialmente entre los demócratas de Texas, quienes han abandonado el territorio para bloquear el avance de la propuesta de redistribución de distritos. El gobernador republicano, Gregg Abbott, ha amenazado con sacar a los congresistas de sus cargos y arrestarlos como consecuencia de esta acción.
Los expertos en derecho y política señalan que esta medida podría enfrentar desafíos legales, ya que el censo tradicional, que cuenta a todas las personas, es el único válido para la asignación de distritos electorales y la representación en el Congreso.
Implicaciones a Largo Plazo
Si bien el próximo censo nacional está previsto para 2030, la propuesta de Trump podría tener repercusiones duraderas en la configuración política de Estados Unidos. Algunos analistas advierten que esta estrategia podría ser un intento de asegurar una ventaja electoral para el Partido Republicano en futuras elecciones.
A medida que se desarrollen los acontecimientos, será crucial observar cómo reaccionan los tribunales y las instituciones democráticas ante este controvertido anuncio del presidente Trump.