El Villarreal CF se encuentra en una encrucijada ética y deportiva al considerar la incorporación de Thomas Partey, exjugador del Arsenal y del Atlético de Madrid, a pesar de que el mediocampista ghanés enfrenta cinco cargos de violación y uno de agresión sexual.
Partey fue puesto en libertad condicional esta semana a la espera de juicio, pero el club español mantiene la intención de ficharlo si finalmente no se le declara culpable. Esta noticia ha generado un auténtico terremoto entre los seguidores del ‘Submarino Amarillo’.
División de Opiniones entre Aficionados
José Ángel Arnau, portavoz de la Agrupación de Peñas del Villarreal, expresó la división de opiniones que ha suscitado el posible fichaje de Partey: «Hay división de opiniones. Yo creo que gana, con bastante diferencia, la opinión de la gente a la que no le hace ni pizca de gracia. No quieren a una persona que llega con esas acusaciones a sus espaldas, sienten que mancha la imagen del club».
Arnau también se mostró preocupado por cómo podría reaccionar la afición rival durante los partidos: «Mi duda es qué pasará cuando empiece la temporada, si Thomas está en el Villarreal: ¿cómo van a actuar las aficiones? Me puedo imaginar que los rivales, cuando toque el balón, empiecen a silbarle, como ya ha pasado en otros equipos de la Premier o con el caso Greenwood».
Presunción de Inocencia vs. Imagen del Club
Sin embargo, hay un sector de seguidores que prefiere esperar a que se esclarezca la situación judicial. «Luego hay otro sector que se acoge al principio de presunción de inocencia y no le da importancia a todo lo que está ocurriendo. De hecho, están contentos con lo que Thomas puede ofrecer a nivel deportivo», señaló Arnau.
Desde el punto de vista estrictamente deportivo, la llegada de Partey sería un «fichaje bomba» que «subiría el nivel del equipo de forma impresionante». Pero Arnau reconoce que, «sinceramente, yo no me metería. Hay muchos jugadores en el mercado, y siempre aparecen otros».
Conclusión: ¿Priorizar el Rendimiento o la Imagen?
El Villarreal se enfrenta a una difícil decisión: ¿debe priorizar el rendimiento deportivo que Partey podría aportar o preservar la imagen y los valores del club? La división de opiniones entre los aficionados refleja la complejidad ética de este caso que sacude al fútbol español.
Mientras tanto, Thomas Partey aguarda el próximo juicio, programado para el 2 de septiembre, que determinará su futuro tanto en el terreno de juego como fuera de él.