Leonarda Villalobos, la imputada por el caso Audio, se encuentra en una encrucijada personal y económica. Tras pasar «de tener ambos un buen empleo y una vida relativamente tranquila, a no tener nada», Villalobos se ha visto obligada a tomar medidas drásticas para sobrevivir, como realizar ventas de garaje y vender sus pertenencias.
Sin embargo, la abogada tiene un plan: relatar su historia a través de un posible documental o libro. «La idea es poder relatar mi paso por San Miguel, mi paso por San Joaquín, y darle las gracias a Gendarmería de Chile. No fui una interna con privilegios, pero debo agradecer a los funcionarios de San Joaquín», afirma Villalobos.
Buscando Contar su Verdad
Villalobos quiere que se conozca el motivo por el cual grabó esa reunión que desencadenó el caso Audio, y «qué pasó por mi cabeza cuando decidí grabar algo que nunca debí haber registrado». Además, desea aclarar que su relación con Rodrigo Topelberg era meramente formal: «un simple ‘hola y chao'».
La imputada ha recibido propuestas de editoriales y periodistas que quieren ser los relatores de este «gran caso», e incluso plataformas como Amazon y Netflix la han contactado con el objetivo de llevar su historia al formato audiovisual. Sin embargo, Villalobos aclara que «no voy a crear un perfil de Arsmate», refiriéndose a la polémica figura del empresario Álvaro Saieh.
Reconstruyendo su Vida
Leonarda Villalobos reconoce que necesita trabajar para reconstruir su vida, ya que «esta es una familia que de un día para otro se vio colapsada con cero ingresos». No obstante, asegura que lo hará «de una forma digna», traspasando sus vivencias «en el minuto adecuado, cuando se pueda».
A pesar de las dificultades, Villalobos mantiene una actitud positiva y determinada a compartir su historia de una manera auténtica y sincera, sin caer en los excesos que tanto critica. Su objetivo es dar a conocer su verdad y agradecer a quienes la han acompañado en este complejo proceso.
