El reciente asesinato de José Felipe Reyes Ossa, conocido como el «Rey de Meiggs», no solo destapó una meticulosa planificación de sicariatos, sino también una compleja red de negocios y deudas que revelan los oscuros orígenes de su fortuna. Lejos de generar luto, su muerte expuso una realidad contradictoria en el barrio donde era un comerciante influyente.
De Toldero a «Rey de Meiggs»
Según un familiar, Reyes comenzó trabajando como «toldero» en el Barrio Meiggs. Sin embargo, gracias a su astucia para los negocios, logró expandir sus operaciones. Empezó a comprar contenedores de productos desde China y a revenderlos al por mayor a otros comerciantes del sector. Esta estrategia no solo le permitió aumentar sus ganancias, sino también solidificar su posición, llevándolo a autoproclamarse el «Rey de Meiggs».
El Negocio de los Préstamos con Intereses
Pero la construcción de su imperio no se detuvo allí. Reyes también vio una oportunidad en los préstamos de dinero, una práctica por la que era conocido entre los comerciantes del barrio. Según la pareja de Reyes, «ganaba mucho dinero» a través de estos préstamos con intereses.
Sin embargo, esta actividad estaba envuelta en controversias. Un denunciante que conocía al «Rey de Meiggs» explicó que Reyes tenía una particular forma de operar con estos préstamos: «Si te atrasabas, había problemas. Te amenazaba él y los gallos con los que andaba siempre».
Una Red de Deudas Interconectada
De acuerdo a las investigaciones, una gran cantidad de comerciantes en el Barrio Meiggs, especialmente en la galería San Alfonso en calle Grajales, recurrían a Reyes para obtener préstamos monetarios. El denunciante aseguró que «habían varios metidos, no podían salir nunca de la deuda. Encalillados pa’ siempre con él».
Esta red de préstamos no era unidireccional, ya que «a él le pasaban plata, otros tipos también (…) los chinos le pasaban plata y le pasaban algunos que venden otro tipo de cosas. Como tiene mucha plata, y él era conocido, ahí se arreglaban entre ellos», señaló el testigo.
La Muerte del «Rey de Meiggs» y las Reacciones Encontradas
La muerte de Reyes no fue una sorpresa para todos. Según el testigo anónimo, «habían muchos contentos, había mucha gente que le vino bien, que se muriera porque le debían mucha plata. De hecho, cuando lo mataron, todos sabían que lo habían matado por plata».
Sin embargo, un familiar defendió la reputación de Reyes, aclarando que «no tenía problemas con nadie, no le debía un peso a nadie». Esta misma fuente atribuyó el crimen a un acto de «corrupción» y exigió justicia.
El legado del «Rey de Meiggs» revela una historia de éxito empresarial construida sobre una red de préstamos con intereses y amenazas, que lo convirtieron en una figura temida y odiada por muchos en el Barrio Meiggs.