Tras el devastador terremoto de 8,8 grados que sacudió Rusia y la alerta de tsunami en varios países del Pacífico, comenzaron a circular informes sobre al menos 4 ballenas varadas en la costa de Japón. Algunos medios afirmaron que estos animales habían «advertido» sobre la inminente catástrofe natural. Sin embargo, los expertos descartan rotundamente esta idea.
Nicolás Pérez, biólogo marino de Sernapesca y divulgador de las ciencias del mar, explica que «todas estas especulaciones y que ‘el mar advirtió la catástrofe’, todo eso no, descartado totalmente. Ya se ha comprobado que los animales no pueden predecir catástrofes, no tienen la forma de hacerlo. Si nosotros con toda la tecnología que tenemos no podemos predecirlas, menos los animales».
Según el experto, lo que sí puede ocurrir es que algunos animales resulten afectados por los efectos del terremoto, como deslizamientos, corrientes y vibraciones en el fondo marino. «Si es que hay un movimiento, un sismo, por ejemplo, que ocurre en el fondo marino, ellos van a percibir las vibraciones mucho antes que los humanos, pero eso es por un tema lógico y lo perciben al momento que ocurre el evento. No es que lo predigan, no es que puedan predecirlo con anterioridad», aclara Pérez.
En cuanto al varamiento de las ballenas, el biólogo señala que aún se desconoce la causa exacta. «Todavía no se sabe el motivo de por qué vararon estas ballenas. Puede ser por enfermedad, puede ser por contaminación, puede también ser por alguna herida. Estamos hablando de Japón, donde hay un alto tráfico marítimo, y lamentablemente ocurre que las embarcaciones chocan con cetáceos y les producen heridas que terminan siendo mortales».
Incluso en el caso de que las ballenas se hayan varado a raíz del sismo, Pérez aclara que no fue para «predecir un tsunami», sino porque posiblemente «perdieron el sentido de la orientación» y terminaron accidentalmente en la costa. «Hacen todo lo contrario, se profundizan, se van más mar adentro. Esa es su forma de protegerse cuando hay condiciones adversas en el océano», concluye el experto.