En una historia que desafía la lógica y la responsabilidad parental, el Ironman de Lake Placid, Estados Unidos, se ha convertido en el escenario de un incidente que ha conmocionado a la comunidad deportiva.
Harley F. Tong, un triatleta que participaba en la prueba, ha sido catalogado como el «padre del año» después de que dejara a su hijo de 9 años solo durante más de 10 horas mientras competía.
La trampa de la organización del Ironman
Según informes de Runedia, el Departamento de Policía de Lake Placid detuvo a Tong después de que la organización del evento decidiera tenderle una trampa. Al enterarse de que el atleta había dejado a su hijo sin supervisión, el staff del Ironman retiró los objetos personales de Tong en la zona de cambio de modalidad, obligándolo a tener que contactar con ellos para poder seguir con la prueba.
Tal como explicó el subcomisario Frank Strack, «la carpa VIP y los voluntarios no están destinados a ser niñeros. Las personas deben arreglárselas para el cuidado infantil. Obviamente, el cuidado de un niño es más importante que competir en una carrera Ironman y la gente debe tener muy claro que la seguridad de un menor es mucho más importante».
El «padre del año» detenido
Aunque el menor no sufrió ningún daño y en ningún momento estuvo en «peligro real», ya que su padre le había comprado un pase VIP para que estuviera en un espacio seguro, el prolongado tiempo que el niño estuvo solo alertó a la organización, que avisó a la Policía.
Tanto Tong como su hijo fueron trasladados al departamento de policía de Lake Placid, donde el «padre del año» fue formalizado por el delito de poner en peligro el bienestar de un niño.
Este lamentable incidente sirve como un recordatorio de que la seguridad y el cuidado de los hijos deben ser siempre la máxima prioridad, incluso cuando se trata de competir en eventos deportivos de alto nivel.