Rafael Araneda, el querido presentador de televisión, se ha sincerado sobre la reciente pérdida de su madre, Laura Maturana Guillier, quien falleció a los 97 años de edad. Durante su participación en el programa Podemos Hablar, Araneda expresó la complejidad emocional que supuso despedirse de su progenitora.
«Fue súper duro y súper gratificante a la vez, es muy contradictorio. Yo me despedí muchas veces de la mamá», comenzó Araneda, visiblemente emocionado. «Yo encontraba que este cuerpo que la tenía viva no le estaba haciendo justicia a la mujer. Estaba sumida en una vejez, con una demencia senil, con una dependencia total. Pero llega un punto que la mamá no gozaba de nada».
El presentador, quien se encuentra radicado en Miami, Estados Unidos, expresó que sentía que había perdido a su madre mucho antes de su fallecimiento. «Yo siento que a la mamá la perdí mucho antes. La perdí porque no me reconocía, yo le hablaba y no fijaba la mirada… porque nos dejamos de conectar».
Araneda recordó la fuerte conexión que compartía con su madre, Laura, y cómo verla postrada durante tantos años le hizo perder la esperanza de volver a tener esa relación. «Y yo con ella éramos pura conexión, tan fuerte nuestra conexión, que verla postrada tantos años me hizo perder la esperanza de que yo estaba con mi Laurita».
A pesar del dolor, Araneda se mostró agradecido por haber estado presente en Chile al momento del fallecimiento de su madre. «Fue impactante… además no era un viaje planificado… Ese fin de semana llegamos y cuando la vi, estaba débil, súper ida, y no pasó el fin de semana. Yo soy un agradecido de que así haya sido».
El presentador también reflexionó sobre las dificultades que enfrentan los adultos mayores en Chile y cómo tuvo el privilegio de brindarle a su madre una «linda vejez».