La historia entre Marité Matus y Camilo Huerta ha sido objeto de gran interés público, pero detrás de los titulares se esconde una triste realidad: un conflicto económico que terminó por destruir su relación.
Según reveló Gissella Gallardo, amiga cercana de Marité, el quiebre se originó por un negocio que ambos compartían. Inicialmente, Marité tenía la intención de poner en marcha un emprendimiento y contratar a Camilo para que participara activamente. Sin embargo, por razones logísticas, el negocio fue inscrito a nombre de Huerta, con la promesa de que luego se lo traspasaría a Marité.
Pero con el tiempo, esto no ocurrió. El negocio comenzó a tener buenos resultados económicos, y cuando Marité quiso recuperar su inversión, no obtuvo una respuesta positiva de Camilo. Según Gallardo, Marité cuenta con recursos propios y una buena administración financiera, gracias a la generosidad de su ex esposo, Arturo Vidal, durante su matrimonio. El problema surgió cuando ella intentó reclamar lo que le pertenecía.
Gallardo explicó que, en un principio, existía la voluntad de devolver el negocio, pero eso cambió. «Antes de que esto se hiciera público, tengo entendido de que él ya no quería hacer esta devolución», afirmó la panelista. Esto habría sido la gota que rebalsó el vaso en la relación, generando un distanciamiento definitivo entre ambos.
Ahora, Marité se encuentra enfocada en proteger sus intereses y continuar con sus proyectos personales, mientras toma acciones legales para poder recuperar el negocio o, al menos, el dinero invertido. Este conflicto económico se ha convertido en la verdadera y triste razón detrás de la mediática ruptura entre Marité Matus y Camilo Huerta.